martes, 11 de octubre de 2016

Amarna Miller, el feminismo alternativo

Muy bien, esto me encanta. Nada mas regresar, una nueva polémica a cargo de dos lectores que voy a enlazar con un tema muy de actualidad. La figura de Amarna Miller y su difícil encaje en el feminismo oficial.

Supongamos que ustedes son extranjeros o viven debajo de una piedra y todavía no saben quién es Amarna (ya hablé de ella por una entrevista que emitió una importante cadena nacional). Es una actriz porno que se está haciendo muy conocida debido no sólo a su actividad profesional, sino también por su compromiso político. Defiende a la industria del sexo desde un feminismo nada ortodoxo, vinculándose asimismo a Podemos (formación de izquierdas muy en auge en nuestro país).

Así apareció Amarna para promocionar a la formación política con la que simpatiza. ¿El empleo de un cuerpo femenino desnudo en una imagen publicitaria necesariamente ha de ser sexista?



Esto está causando un notable malestar entre las filas del feminismo oficial, que aborrece la industria del sexo (tanto pornografía como prostitución) y que además se encuentra confrontada por alguien que lo hace desde sus mismas coordenadas ideológicas: una mujer, de izquierdas y feminista. Claro, esto es una bomba para ellos, lo peor que les puede sentar. Porque si alguien como yo (un varón sin filiación política ni ideológica) defiende la industria del sexo, lo tienen sencillo para desautorizarme. Independientemente de lo que diga, como no soy de los suyos no se ha de tenerme en cuenta. No tienen que hablar de mi ni dar ninguna explicación. Pero Amarna es diferente: significa una amenaza directa a su discurso y, además, ha logrado esquivar la censura mediática y alcanzar los medios de comunicación de masas. Ella sí que es peligrosa y se han propuesto desacreditarla.

Todo empezó con el vídeo anunciando el Salón Erótico de Barcelona, un breve pero impactante spot en el que realiza una ácida crítica a nuestra sociedad. Se nos traslada el mensaje de que, en pro de una sociedad más justa, tolerante y menos hipócrita habría que cambiar una serie de comportamientos... entre ellos la intolerancia o falta de aceptación hacia la industria del sexo ya que viene a ser un sector con una amplia implantación.




Sin duda su vídeo creó polémica. Muchísima. Pocas veces he visto tan bien aprovechado un minuto y medio: arremete contra la Iglesia, la clase política, el racismo... vamos, para quedarse a gusto. Y lo mejor es que no se quedó ahí la cosa, ni mucho menos. Ha dado de qué hablar, se hizo viral en las redes sociales y llegó a aparecer en el programa de Buenafuente. Nuevamente, para quienes no le conozcáis, es un presentador de TV que dirige un programa en PRIME TIME. Vamos, que esos diez minutos que salió en pantalla son oro puro. Aquí podéis ver su aparición:




Sin embargo, no a todo el mundo le pareció bien. Dentro de la izquierda se montó un cirio de cuidado. Ganó tantos simpatizantes como detractores: comenzaron criticándola conocidas tuiteras como Barbijaputa y la Doctora Glas, asimismo desde la web Tribuna Feminista (más conocido como TRIBUNAL FEMINISTA, por su auto-otorgada capacidad de decidir qué se halla dentro del feminismo y qué no) Beatriz Ranea argumentó que el hecho de que el vídeo fuese financiado por una agencia de contactos invalidaba todo lo que pudiera decir (ya que estaba financiada por "el proxenetismo") y Carlos Criado llegaba a defenestrarla por sus opiniones de mujer privilegiada, egoísta y neoliberal. Este tipo de explicaciones parecen orientadas no a crear un diálogo constructivo sino a cerrar toda posibilidad de debate: Amarna está financiada por los mafiosas, así que tachamos a Amarna. Amarna no es feminista, sino una traidora vendida al patriarcado y al neoliberalismo. Me recuerda mis tiempos de izquierdista, nunca se trataba de comprender al otro ni de averiguar la realidad de las cosas. Nos limitábamos a demonizar al adversario y a encerrarnos en nuestras explicaciones preconcebidas que se repetían una y otra vez... ¿es que el feminismo se ha convertido en una secta?

Amarna ya había llegado a defender sus tesis públicamente, creo que habla muy en su favor que haya aceptado las puertas que le abrieron tanto desde una empresa privada como desde un partido político. Hay que saber aprovechar las oportunidades que se presentan.



Probablemente si me pongo del lado de Amarna no la ayude... pero he de hacerlo. Yo la veo como una de los míos. ¿Por defender "la industria del sexo, el proxenetismo organizado y la vejación de la mujer"? Jaja, no. No es sólo lo que dice sino cómo lo dice. Me identifico con ella por ser una subversiva, una mente libre, una persona independiente que dice lo que piensa y piensa lo que dice sabiendo perfectamente que se va a ganar enemistades.

Miren, no creo que el hecho de que te financie el spot una empresa de escorts sea algo negativo. No había nada de publicitario en el anuncio, Amarna ha dicho lo mismo antes y después e incluso en otros foros como en un debate de tan clara tendencia izquierdista como La Tuerka:




Es más, estoy convencido de que si no hubiese sido por esta financiación privada el vídeo no hubiese podido realizarse. Ella no está en una de esas asociaciones feministas espléndidamente subvencionadas por los organismos públicos, incluso creo que habría que dudar en mayor medida de aquellas campañas, charlas y eventos subsidiados por el sector público ya que en esos casos su independencia sí que se halla verdaderamente comprometida. Y aun así no pienso que haya que rechazarse de plano algo sencillamente por el hecho de que obedezca a unos intereses: se podrán señalar, pero no por ello invalidan todo lo que digas.

Asimismo es habitual que se tache a todas las mujeres que hablan a favor de la industria del sexo de ser unas insolidarias que no representan a "la inmensa mayoría". Y es que ese mal llamado feminismo oficial funciona de una manera muy extraña, silenciando a las mujeres. Crean un falso mensaje de lo que suponen que deben decir TODAS las mujeres (porque sabemos que lo que tienes entre las piernas determina tu pensamiento, claro) y a quien se salga del guión se le retira el carnet de feminista. Pues no, hay que entender que hay diversos feminismos y que ceñirse férreamente al dogma oficial lo único que consigue es aumentar la brecha entre ellos. ¿Consideramos que existe una única e inviolable fórmula de ser feminista o que, por el contrario, es posible que coexistan varias maneras de entenderlo dependiendo de las diversas subjetividades? Es decir... ¿el porno y la prostitución necesariamente tienen que tener el mismo significado para todas las mujeres, o puede que unas aprecien lo que otras desprecian? Yo hago la pregunta, pero la respuesta tendrán que darla estas feministas.

Otra gran feminista, actriz y filósofa: Sasha Grey. La aparición en la arena pública de jóvenes mujeres, muy capaces y empoderadas que respaldan la pornografía y la prostitución está siendo el mayor mazazo al argumentario feminista anti-sexo.



Más allá de este caso particular de Amarna, que ciertamente considero interesante y ya por sí sólo invita al debate, quiero enlazarlo con la discusión que se generó en la anterior entrada. En el último párrafo realicé una serie de valoraciones negativas de las feministas... de un tipo de feministas, para ser más exactos (porque lo cierto es que hay otras feministas que me caen de puta madre). Y no es que lo diga yo, esta confrontación entre feminismos existe y se la voy a mostrar en un vídeo de la Youtuber Danna Alquati. Es un hecho que hay un feminismo hegemónico que causa rechazo pues no se vincula con la igualdad sino con el odio al hombre (hembrismo) y que por su dogmatismo, intransigencia y extremismo ha sido comparado con las doctrinas totalitarias ("feminazismo"):




¿Todavía no me creen? ¿Pueden ser esto las paranoias de un grupo de bloggers y youtubers con demasiado tiempo libre que no han entendido nada del feminismo? Bueno, ahí les pongo el discurso en la ONU de Emma Watson en el que reconoce que se encontró con que para mucha gente el feminismo EN LA PRÁCTICA es ese "odio al hombre" en vez de la TEORÍA de la "igualdad de derechos y oportunidades" para hombres y mujeres. No es algo que me pase a mí. Cada vez somos más personas las que percibimos que existe un muy importante desajuste en lo que el feminismo predica y lo que practica. Si es un error yo le pregunto a la sra. Watson (con esa expresión que popularizó Vargos Llosa) ¿CUÁNDO SE JODIÓ EL FEMINISMO? Y si es una "equivocación"... ¿por qué en vez de corregirla las actuales feministas parecen fomentarla?




Desde luego, Emma Watson sí que es una privilegiada y ni de lejos representa a todas las mujeres... pero nadie se lo echa en cara, porque se supone que su discurso sí resulta representativo. ¿A qué se debe esta diferencia de trato? Al igual que Amarna, ella también es una persona agradable a las cámaras con una impresionante capacidad mediática... mayor aún incluso, ya que sus capacidades como oradora son extraordinarias (no en vano es actriz) mientras que a Amarna todavía se la nota su falta de rodaje (lo digo como crítica constructiva, escuchad cómo hablan ambas, la diferencia salta a la vista... o al oído, mejor dicho). Yo lo que echo en falta es un feminismo auténtico, que reconozca como hace Emma que también hay discriminaciones hacia los hombres y que no se nos trate como enemigos sino como aliados hacia esa igualdad.

¿Qué pensáis del vídeo de Amarna? ¿Creéis que las reacciones que suscitó tienen sentido o que por el contrario no son de recibo? ¿Es feminista únicamente quien asume una serie de dogmas o se puede ser feminista desde el disenso? ¿Hay motivos para que el feminismo se replantee si está haciendo bien las cosas o que puede haberse desviado de su propósito original? ¿De verdad me preocupan las injusticias o en realidad no soy más que un machista incorregible que deseo aprovecharme de los conflictos en el feminismo para resquebrajarlo? Opines lo que opines, agradezco que escribas en la caja de comentarios. Muy pronto seguiré con más entradas, ¡pero sed buenos y ved los vídeos que para algo los pongo!

jueves, 6 de octubre de 2016

Las reflexiones de la cortesana Lucila

Es un placer ver que cuando vuelvo a retomar el blog hay lectores fieles que continúan a mi lado. Es el caso de Artyom, otro de los escasísimos clientes que mantiene un blog. Además, su novia Lucila ha comenzado a realizar una serie de vídeos en los que habla del trabajo sexual, los problemas o dificultades que afronta y cómo se ve esta realidad desde dentro, en primera persona.

Existen cada vez más trabajadoras sexuales que dan sus puntos de vista, en este blog ya he sacado a docenas de ellas tanto en entrevistas escritas como en vídeos y tengo previsto sacar en breve a varias de las que están más en el candelero en estos momentos: Amarna Miller, Natalia Ferrari o María Riot. Pero he preferido empezar con Lucila por una razón muy sencilla: a ella no la va a entrevistar ningún medio convencional mainstream. Es una prostituta independiente, desconocida, no afiliada a sindicato ni asociación alguna y cuyo testimonio por tanto tendrá una difusión reducida... a no ser que vayamos difundiéndolo por la red.




En un primer vídeo nos habla del "honor de ser cortesana", de que trabajar en prostitución es una elección no sólo legítima sino también altamente productiva. Para empezar arremete contra la legitimidad que vendría a tener el Estado para decirnos qué tenemos que hacer o no pues, como auténtica cortesana, valora enormemente la libertad. Y es que eso es lo que ofrece la prostitución, LIBERTAD E INDEPENDENCIA como bien dice.

La prostitución es una actividad deseable para aquellas personas promiscuas, que disfrutan del sexo sin necesariamente establecer una relación emocional de larga duración con su pareja (que también puede darse, y es muy bonito cuando sucede), que quieren fijar por sí mismas sus ritmos y condiciones de trabajo y, sobre todo, que desean PROGRESAR en la vida. Y es que como también señala con gran acierto la prostitución lo que permite es obtener unos ingresos a los que de otra manera no podría acceder.

De hecho, cualquiera que realmente haya tratado con prostitutas de verdad y se haya sumergido en su ambiente puede comprobar que es muy frecuente que le cuenten que, como Lucila, no se esperaban que fuera una profesión tan buena. Generalmente las chicas te cuentan que tenían una imagen tremendamente distorsionada de lo que era este mundo (también me sucedía a mí), que lo concebían como lo peor, como algo completamente indeseable... y no, resulta que no tiene nada que ver con la imagen que se tiene de él. Rechazamos la prostitución porque hemos sido educados para aborrecerla, pero yo sueño con el día en el que exista una verdadera vocación y las niñas, ya desde su más tierna infancia, puedan declarar su inclinación hacia esta actividad con la misma legitimidad que quien desea dedicarse a la medicina:




Y es que esa inclinación al puterío, al fornicio y al vicio ya está ahí en muchas personas. Es una constante. La gran mayoría de putas que me he encontrado ya mantenían una vida sexual que podríamos calificar de "laxa" MUCHO ANTES de empezar a putear. Luego se les encendió la bombilla y dijeron... corcho pero si yo lo estoy dando de gratis... ¿por qué no cobro y convierto mi pasión en mi forma de mi vida?

A diferencia de lo que sostienen las feministas yo no digo que esto sea una opción buena o deseable para todos. No, hay gente que vale y otra que es mejor que no se meta. Hay mujeres que llevan el puterío en la sangre y se sienten gravemente ofendidas con declaraciones como que "ninguna mujer nace para puta" o que la prostitución degrada y humilla a las mujeres o es violencia. Sencillamente no lo ven así. Entiendo que haya gente que sí que conciba así las cosas (en mi opinión, debido a unos erróneos prejuicios) y APLAUDO que se mantengan al margen de la prostitución. Pero ahora bien, que no hagan como el perro del hortelano que ni comen ni dejan comer. Si no quieren follar, que dejen paso a los que sí queremos.

Carteles elaborados en Brasil, en los que se mandan una serie de mensajes reivindicativos. Nosotros creemos que la prostitución no es vergonzosa, sino que es una actividad totalmente honrosa y que debe valorarse adecuadamente, cuya situación legal la coloca en una posición de desprotección y vulnerabilidad inadmisible. Como digo en el blog: "el problema no es la prostitución, sino la falta de derechos".



Un aspecto en el que veo particularmente combativa a Lucila es en su crítica a "la mentira de la trata". Hará lo menos un año que tenía pendiente escribir una entrada aclarando de qué va todo esto pero, en realidad, las abolicionistas no engañan. Lo que sucede es que todos tendemos a pensar que trata es prostitución forzada Y NO ES ASÍ. La trata no tiene nada que ver con que a la chica esté "encadenada, secuestrada, drogada"... la trata se refiere a la asistencia a la migración voluntaria para realizar una actividad económica en la economía sumergida, tal como hace Lucila. Jurídicamente, es una clara víctima de trata. Y ella dirá, "pero si yo lo he elegido, si nadie me obliga, si hasta disfruto con esto". Pues DA IGUAL. Como dicen los mexicanos, nos vale madre. Su consentimiento, y recalco nuevamente que hablo desde el plano estrictamente legal (que es opuesto al más elemental sentido común), se considera irrelevante. Pero bueno, ya profundizaré en este tema en otra entrada que si no voy a liaros.

El caso es que NADIE que tenga un poco de calle puede avalar la historia de esas mujeres traídas por mafias, prostituidas a base de palizas y que únicamente logran recobrar la libertad gracias a heroicas intervenciones policiales como nos relataba esta misma semana otro periodista MANCO de "El Español". Eso no es periodismo de investigación y todos lo sabemos. Eso es coger los comunicados e informes de la policía y fusilarlos de manera inmisericorde. Si alguien hace un auténtico esfuerzo por conocer cómo funcionan las cosas de verdad, se encontrará que -tal y como dice Lucila- son las propias autoridades las que fomentan este bulo para allanar prostíbulos y extorsionar a prostitutas y empresarios. Esto es AMPLIAMENTE sabido entre todos quienes conformamos este mundillo. Son esas activistas antitrata quienes en realidad están favoreciendo la explotación y el abuso de las mujeres, si tuviesen un mínimo de empatía hacia las prostitutas las escucharían y conocerían sus auténticas demandas... pero perderían las subvenciones, claro, no me daba cuenta yo.




En otro interesante vídeo, Lucila incide nuevamente en el tema de la reciprocidad y el deseo mutuo en la prostitución. Y es que esto dista mucho de esa imagen que relata de "la mujer tirada en la cama a la que se penetra despiadadamente". Evidentemente un sexo así, tan impersonal y poco participativo, no sería del gusto de casi ningún hombre. Nos gusta ver que la chica lo pasa bien, que se halla a gusto, que nosotros la hacemos disfrutar. ES LO NORMAL. Por eso los relatos de la trata vendrían a ser absurdos aunque uno no se hubiese acercado al mundo de la prostitución, creo que con ese tipo de sexo rudo, violento y denigrante no disfruta más que gente enferma: es decir, sociópatas como políticos, policías y curas. Esa gente sí que tiene, como se vio con el caso del "Bar España", sus redes (totalmente privadas e inaccesibles para la gente corriente) de esclavos sexuales, incluidos menores. Resulta totalmente comprensible que traten de desviar la atención de sus delitos y que precisamente los más depravados sean quienes se erijan en guardianes de la moral.

Por otra parte, resulta también muy llamativa la descripción de los servicios sexuales pues en realidad no hay nada "mejor". Cada chica y cada cliente es un mundo, y lo que hacemos es intentar encontrar a aquellas personas que más se ajusten a nosotros y que comparten nuestros gustos. Realmente vamos buscando a alguien que sea compatible, que sea como se dice "nuestra media naranja" o "alma gemela". No importa que la chica atienda en un club, un apartamento o la calle. No importa que su tarifa sea más económica o exclusiva. No importa que el cliente sea joven o maduro. Lo importante es que exista compenetración y entendimiento entre ambas partes, cuando la chica está a gusto el cliente lo nota y también disfruta. Y si el cliente le inspira confianza a la chica, ella estará asimismo más dispuesta a dejarse llevar y a pasar un buen rato. Y es de esto de lo que se trata, de pasarlo bien. No tiene más complicación.


Si simpatizo en especial con gente como Artyom o Luciana es porque, como un servidor, son vistos como enemigos no sólo por sus rivales oficiales (los abolicionistas) sino también por sus supuestos aliados (las asociaciones pro trabajo sexual). Se han percatado de que las organizaciones que presuntamente estarían de su lado en realidad le hacen el caldo gordo a sus adversarios, y es de lo que nos habla Lucila en este otro interesante vídeo.

Aquellos lectores más observadores seguramente os hayáis dado cuenta de que he dejado de enlazar a asociaciones como Génera, Hetaira y APROSEX. ¡Y eso que son las principales organizaciones pro trabajo sexual en España! Si bien sigo compartiendo SU DISCURSO y algunas acciones que realizan, lo cierto es que con el transcurrir del tiempo he ido comprobando que sus hechos distan mucho de sus palabras. No tengo problema, en principio, en que sean comunistas. Realmente habría espacio para un entendimiento y colaboración más allá de las ideologías, no creo que la filiación política sea tan relevante... pero ellas sí. Las comunistas saben detectar a los suyos, y es un ANATEMA acercarse a quien no sea de su cuerda. Es como si perdiesen su "pureza" ideológica. Lucila, como liberal, entiende que la sana discusión no supone ningún inconveniente y hasta puede resultar beneficiosa. Pero es que ellas no funcionan así. Actúan como una secta, no hay siquiera posibilidad de debate, crítica o colaboración con "los de fuera". Y claro, luego pasa lo que pasa, que se alejan cada vez más de las prostitutas y estas las acaban viendo como personas ajenas a sus vidas.

La asociación AMMAR convocó hoy mismo una marcha cuyas reclamaciones suscribo. Verán que resultan muy similares a las reivindicaciones de Lucila. Otra cosa muy distinta es su actuación en el día a día, fuera de las proclamas y manifiestos públicos. Ahí es cuando se verifica su nivel real de compromiso, que a algunos nos parece francamente mejorable.



No obstante, y dicho esto, considero que quizá la política más sensata dada la correlación desfavorable de fuerzas sería no airear estas discrepancias y tratarlas de amigas aunque en realidad no lo sean. Y eso por dos motivos fundamentales. El primero es que NO TODO LO QUE HACEN ES MALO. Denuncian ciertos abusos reales (como lo de las coimas policiales), se manifiestan a favor de una aceptación social de la prostitución y rechazan medidas coactivas intervencionistas impuestas por los poderes públicos. Hay puntos que nos alejan, pero también otros que nos unen y sería en base a estos que podríamos tratar de colaborar. Por otra parte, los abolicionistas tratan sus conflictos internos (que los tienen) con mucha mayor discreción y una imagen de unidad (aunque no sea tan real como no gustaría) siempre es positiva. No digo que se engañe, está bien contar las cosas como son, pero digámoslo diplomáticamente: "hay aspectos de la organización AMMAR con los que no termino de estar de acuerdo o que considero que podrían llevarse de otra manera". No creo que sean topos, enemigos inflitrados. Más bien pienso que son izquierdistas a los que todavía les falta un tiempo para desintoxicarse por completo y aceptar que la doctrina que defiende los intereses populares es el liberalismo, no el socialismo. No es un proceso sencillo, os lo digo yo que pasé por el mismo.

No hace falta ser un experto para saber que la inmensa mayoría de las prostitutas detestan el socialismo, y por eso mismo creo que les caen tan mal a las feministas. Daos cuenta de que son el modelo opuesto de mujer. La puta es independiente, vive de su trabajo. La feminista es una mantenida del Estado, vive a base de subvenciones sin aportar nada de valor a la sociedad. La puta es una mujer alegre, vital, que disfruta de la vida. La feminista es una amargada, que sólo sabe relacionarse con otras rancias como ella y que le da la espalda a la realidad para refugiarse en trasnochadas ideologías. La puta adora el sexo, el dinero y a los hombres. La feminista es alérgica a todo ello, desearía vivir en un mundo donde nada de eso existiese. La puta hace muchas cosas, pero no tiene voz. La feminista no hace nada y, sin embargo, tiene a su disposición los medios para hacerse escuchar. Las putas son tías agradables y las feministas unas pedorras. Por eso nos gustan las putas y aborrecemos a las feministas.