lunes, 30 de noviembre de 2015

Congreso para detectar y proteger a víctimas de trata con fines de explotación sexual

Como viene siendo habitual, trato de difundir todo acto sobre la prostitución del que tengo conocimiento con el fin de que aquella persona que tenga un genuino interés en conocer este fenómeno lo haga de la manera más completa posible.

Los próximos días 9 y 10 de Diciembre (Miércoles y Jueves de la próxima semana), tendrá lugar en el Auditorio 200 del Edificio Nouvel del Museo Reina Sofía (Acceso por Ronda de Atocha s/n, justo enfrente del Metro Atocha RENFE) el II Congreso de Derechos Humanos de la Abogacía Española, en el cual numerosos expertos se darán cita para analizar cual debe ser el papel de los abogados y abogadas en la detección y defensa de las víctimas de trata con fines de explotación sexual.

La Abogacía Española y su Fundación han denunciado reiteradamente la vulneración sistemática de derechos humanos que supone la trata de personas y  llevan a cabo numerosas acciones de sensibilización y formación para que los abogados tomen conciencia de su importante papel en la detección de víctimas de trata y para que les ofrezcan una defensa jurídica de calidad. Varios Colegios de Abogados tienen ya un Turno de Oficio específico de trata, que se extenderá a otros más. La trata con fines de explotación sexual es considerada la esclavitud del siglo XXI, en cuya raíz está la feminización de la pobreza y la desigualdad. Es por ello que se considera que los profesionales que pueden estar en contacto con estas víctimas (trabajadores sociales, periodistas, abogados, fiscales, policías y otros funcionarios al servicio de la administración) deben conocer este problema y reconocer a las posibles víctimas. Con tal fin durante el Congreso se presentará el documento “Detección y Defensa de Víctimas de Trata con fines de explotación sexual. Guía Práctica para la Abogacía”.

Si deseáis asistir es urgente que os inscribáis lo antes posible, ya que las plazas son limitadas. Las 200 entradas salen a la venta a un precio de 50€ (IVA incluido), 25 € para abogados del turno de oficio. A pesar de la magnitud y gravedad del problema entiendo que el aforo es limitado porque va dirigido a un segmento muy específico de la población que tiene el tiempo y el interés como para conocer el tema en profundidad. No sus preocupéis, que tengo prometida una entrada para "detectar y defender" a las víctimas de trata con fines de explotación sexuarl que se caga la perra po la pata. Todo po la patilla como es marca de la casa.

Las charlas son impartidas por una serie de reconocidos expertos en legislación, extranjería, migraciones y DD.HH. Y creo que es un enfoque muy correcto, porque quien conoce mejor el fenómeno de la trata no son las propias víctimas (quienes, como nos cuentan estos expertos, muchas veces no se consideran como tales) sino quienes han contribuido a crear el delito en sí. La trata se debe, ni más ni menos, a que un grupo de juristas ha decidido criminalizar lo que -en palabras de la académica Ruth Mestre i Mestre- no es sino el "trabajo voluntario de personas migrantes en la industria del sexo".





Miércoles, 9 de diciembre de 2015

10h00-10h30 Inauguración
D. Carlos Carnicer, presidente del Consejo General de la Abogacía Española y de la
Fundación Abogacía Española
Dª Susana Camarero, secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad
Dª Soledad Becerril, defensora del pueblo

10:30- 11:30 Panel 1: Trata de personas con fines de explotación sexual. Concepto
y contexto.
Modera: D. Nicolás Castellano, periodista de Cadena Ser
Dª Helena Maleno, premio “Nacho de la Mata” Derechos Humanos 2015. Investigadora
experta en migraciones y trata de seres humanos y miembro del Colectivo Caminando
Fronteras
Dª Marta González, coordinadora de Proyecto ESPERANZA – Adoratrices
Dª Ana Magarzo, abogada especialista en trata

11:30-11:45 Pausa café

Obviamente hay que comenzar con una definición, por saber de qué hablamos. La trata se asocia con algunos términos grandilocuentes que, efectivamente, la definen... en parte. Pero jamás he visto que se incida en otros aspectos tan importantes como la consideración de la "irrelevancia del consentimiento". Todos los "expertos" coinciden en definir tres partes del delito, una los actos cometidos (esa captación, traslado o acogida) que en ningún caso perjudican sino que favorecer a la persona migrante. Después los medios, arriba enumerados. Pero resulta que para considerarse trata es lo mismo que exista coacción (fuerza, amenaza), que engaño (fraude, mentiras) o que un simple abuso de poder o "vulnerabilidad" de la víctima (conceptos tremendamente interpretables, hay quienes consideran que el simple traspaso de una frontera ya te sitúa en una "situación de vulnerabilidad"). Quienquiera profundizar en esta diferenciación puede leer a la catedrática Carolina Villacampa, auténtica experta -a mi parecer- a quien no he visto que inviten a ninguna charla. Finalmente se halla el término explotación, considerado por unos la obtención de rendimientos económicos y por otros el trabajo en actividades de economía sumergida (al carecer de contrato de trabajo y protección legal, les estarían "explotando"). Como pueden apreciar, la "trata con fines de explotación sexual" no tiene nada que ver con la "prostitución forzada" al contrario de lo que se nos quiere llevar a creer.



11:45- 12:30 Panel 2: El papel del abogado/a ante personas víctimas de trata.
PRESENTACIÓN DE LA GUÍA PRÁCTICA PARA LA ABOGACÍA
Presenta: D. Alfredo Irujo, patrono de la Fundación Abogacía y decano del MICAP.
Dª Amparo Díaz, abogada. Coordinadora del Turno de Oficio de Trata del ICA Sevilla
D. Santiago Yerga, abogado. Autor principal de “Detección y defensa de víctimas de
trata de mujeres con fines de explotación sexual. Guía práctica para la Abogacía”.

12: 30- 14:00 Panel 3: Actores intervinientes. Coordinación institucional.
Modera: Dª Rocío Mora, coordinadora de APRAMP
D. Emilio Baos, comisario general de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional
D. Joaquín Sánchez-Covisa, fiscal de Sala Coordinador de Extranjería
D. Mariano Calleja, abogado. Coordinador del Turno de Oficio de Trata del ICAM

14:00-15:30 Pausa comida

A diferencia de la sociedad civil, que parece despreocuparse del tema, las administraciones públicas han llevado a cabo numerosas campañas publicitarias con imágenes tan impactantes como la aquí mostrada. Se tiende a considerar que las víctimas de trata están obligadas, y esto no es que sea falso pero tampoco es cierto. Es una verdad a medias. Lo que sucede es que cuando se cataloga a una persona como víctima de trata, por los indicios existentes (básicamente que sea un migrante trabajando en negro, porque la trata con lo que tiene que ver es con la migración y no con la ausencia de voluntariedad... por ello los expertos están muy bien seleccionados, ya que saben sobre legislación en materia de migración que es lo que hace falta para detectar a una víctima: hasta que no me puse a estudiar documentación sobre la materia, fui incapaz de "detectar"  a estas "víctimas"), se desestima su voluntad. Da igual lo que diga, que la obligamos a estar obligada. Efectivamente, la trata es una violación de los derechos humanos... pero perpetrada por parte de las administraciones públicas que niegan a las prostitutas su consentimiento en base a una retorcida lógica.



15:30-16:30 Panel 4: Claves para reaccionar ante un problema. Trata y
prostitución
Modera: D. Manuel Marlasca, periodista. Jefe de investigación de La Sexta Noticias
Dª Beatriz Ranea Triviño, socióloga experta en prostitución desde el punto de vista del
cliente
D. Miguel González Lázaro, experto en género
Dª Viviana Waisman, presidenta de Women’s Link

16: 30- 18:00 Panel 5: Proyección del Largometraje Documental de Mabel Lozano
“Chicas Nuevas 24 horas”
Proyección del largometraje
Presentan: D. Carles McCragh, vicepresidente de la Fundación Abogacía Española
Dª Mabel Lozano, directora del largometraje documental
18:00 Debate y puesta en común de la jornada

El concepto social de trata es el de personas que son vendidas y compradas, naturalmente en contra de su voluntad. Pero no es así, y las propias organizaciones que combaten la trata lo saben a la perfección. La Federación de Mujeres Progresistas elaboró un estudio en el que reconoció que las víctimas de trata decían haber realizado el proceso migratorio para ejercer la prostitución (que para ellas es sinónimo de explotación sexual) de manera voluntaria... ante esta obstinada realidad se hacía necesario encontrar un medio para invalidar su consentimiento -considerándolo "irrelevante"- y es que para nuestros "expertos" las personas humildes, de escasos recursos, no disfrutamos realmente de ninguna libertad pues nos vemos constreñidos por la escasez de recursos materiales. Hmmm, un razonamiento como ese me lo esperaría de un rentista acomodado del s.XIX, sin embargo es el que emplean hoy en día juristas, legisladores y abogados en pleno siglo XXI. Que a los pobres no se nos puede dejar decidir, que no sabemos lo que nos conviene. Me hacen el favor y se me van a la mierda, ¿entendido?



Jueves, 10 de diciembre de 2015

09:30 – 10:30 Panel 6: Menores víctimas de trata con fines de explotación sexual
Modera: D. Carmelo Cascón Merino, patrono de la Fundación Abogacía Española
Dª Milagros Núñez, responsable del programa de atención a inmigrantes de la Cruz
Roja
Dª Eva Menéndez, oficial de protección adjunto de ACNUR
Dª Patricia Fernández Vicens, abogada experta en víctimas de trata y derechos de la
infancia

10:30-10:45 Pausa café

Cuando todo lo demás falla, a los canallas aún les queda un as en la manga. Que no es la Patria, como reza el famoso dicho (también la usan pero ya menos, ahora dicen lo de "nuestra forma de vida"... sí, cierto, vida de sinvergüenzas). Son los niños. ¡LOS NENES! Cuando algún golfo se quiere salir con la suya lo que siempre resulta, el último recurso, la "bala de plata" es decir que se hace por los enanos. Descarao. Yo cuando veía en el metro ese cartel de "pedalea contra la trata" (evento del que no hablé, cachis) con las cuatro o cinco niñas en pose desafiante pintadas como Rambo no sabía si morirme de la risa o de la vergüenza ajena. Hay que ver, qué caraduras. Lo peor es que tratan de aparentar ser los buenos cuando, realmente, lo que nos están en diciendo es "estamos contra la inmigración de pobres". Eso es la trata: los movimientos migratorios de las personas menos favorecidas en la sociedad, que somos quienes acabamos trabajando siempre en la economía informal.



10:45-12:00 Panel 7: El papel de los Consulados. La trata desde su origen
Modera: Jesús López Medel, patrono de la Fundación Abogacía Española
- Representación del Consulado de Rumanía
- Representación del Consulado de Paraguay
- Representación del Consulado de China
- Representación del Consulado de Nigeria

12:00 Testimonio. El camino de la recuperación

13:00 Clausura: lectura de conclusiones y firma de manifiesto de compromiso

- Lectura por Victoria Ortega, secretaria general del Consejo General de la Abogacía Española y patrona de la Fundación Abogacía Española 
- Firma del manifiesto de compromisos

viernes, 27 de noviembre de 2015

En Barna se pretende regular "el trabajo sexual voluntario"

Las noticias sobre prostitución están a la orden del día y la verdad es que no me da tiempo a comentarlas todas, ni tampoco a hacerlo con la profundidad y el rigor necesarios. Pero bueno, iré haciendo lo que buenamente pueda.

Han saltado dos noticiones, respectivos cada uno a las dos principales ciudades españolas y que tienen la peculiaridad de ir en sentido contrario. El primero, que es del que hablaré hoy, es el anuncio por parte del consistorio de la ciudad condal de que eliminará las multas y dotará de un marco legal a la prostitución voluntaria.

Todo parte de una propuesta de la concejala de Ciutadans Marilén Barceló, quien busca "garantizar derechos sociales a las prostitutas, impulsar los programas de prevención de la prostitución, y que ésta se ejerza sólo en locales legalizados, no en el espacio público". Es decir, combina un ligero barniz regulacionista-proderechos que encubre una clarísima intencionalidad reglamentarista. Se trata de sacar a las chicas de la calle independientemente de su voluntad y se concibe la prostitución no como un trabajo sino como un mal que, si bien no se puede erradicar, por lo menos hay que mitigar.

Manifestación en el Raval. La ordenanza de "convivencia" (y su posterior endurecimiento) que permitía multar a las prostitutas originó un profundo malestar en el colectivo, llegando a denunciar las chicas la existencia de abusos, amenazas y violencia por parte de las autoridades como puede apreciarse en la imagen. Ellas no quieren que se regule. Quieren que no se prohíba, que no se las castigue, que no sean criminalizadas.



Como bien sabréis quienes seguís el blog, la noticia es incorrecta pues ya mencioné en su día que los Ayuntamientos no tienen capacidad normativa para "regular o legalizar" la prostitución. Queda clarísimamente fuera de sus competencias porque aquellos asuntos que atañen a Derechos y Libertades fundamentales sólo pueden abordarse mediante una Ley Orgánica de las Cortes Generales. Lo que sí podría hacer el Ayuntamiento es conceder autorizaciones para locales donde ejercer la prostitución (como ya viene siendo habitual), en los que se vigile que causen molestias, su horario de apertura y cierre, las condiciones higiénicas y de seguridad... siguiendo la conocida ordenanza de Bilbao que fue la precursora en este reglamentarismo de corte clásico.

Lo cierto es que yo lo veo como un brindis al Sol porque esa regulación sobre "lugares de pública concurrencia en los que se ejerza la prostitución" ya existe, y si se quiere evitar que tenga lugar en la vía pública pues habrá que sancionar las conductas no autorizadas. Es decir, que nos quedamos como estábamos. Que me expliquen cómo van a sacarlas de la calle si las chicas no quieren.

A propuesta de Ciudadanos, el Ayuntamiento de Barna encabezado por Dña Ada Colau dice por una parte que no multará a las prostitutas pero que tampoco permitirá la prostitución en la calle. Bravo. ¿Cómo se come eso? Las normativas que castigaban a las prostitutas precisamente lo hacían por ejercer la prostitución en espacios públicos, visibles, porque se entendía que su mera presencia ya generaba suficientes molestias e inconvenientes como para resultar "incompatible" con la convivencia. A mí las chicas no me parecen incívicas, al contrario, son muy amables. Los asquerosos, capullos y sinvergüenzas no son ellas.



La mayor polémica reside en la derogación de la actual ordenanza municipal del Hay-untamiento que, efectivamente, sanciona a las prostitutas y de la que un informe del Observatorio del sistema penal y derechos humanos de la Universidad de Barcelona, dice que vulnera al menos veinticinco derechos elementales de las prostitutas. Ahí está la clave. ¿Se suprimirá o no la ordenanza (que ya de por sí es claramente inconstitucional, aunque como nadie la recurre...)? Actualmente la reglamentación en locales cerrados se combina con la prohibición en la calle, si no sancionan a las chicas significa que permiten la prostitución callejera... ¿es eso lo que pretenden?

Según parece es la opinión de la concejala de feminismo (ya, es lo que tiene un gobierno progre, gansadas de espanto), Dña Laura Pérez, quien considera que la actual ordenanza ha sido ineficaz e incluso dañina porque criminalizaba a las prostitutas. Tanto su partido, Barcelona en Comú, como ERC y las CUP han apoyado la iniciativa de Ciudadanos. Los colectivos pro-derechos han celebrado esta noticia, sin embargo yo me muestro más cauto. A la vez, Pérez anunciaba la creación de "una mesa interinstitucional, una mesa técnica para desplegar un protocolo de actuación contra el tráfico de seres humanos en la ciudad" en la que participarán el consistorio, los cuerpos policiales, la Fiscalía, la judicatura, la Delegación del Gobierno y entidades (SICAR.CAT, la Fundación APIP-ACAM, GENERA, Creu oja y EXIL) para detectar mafias y proteger y atender a las víctimas. Mal vamos si la solución la van a dar los mismos que causan los problemas. Una persona verdaderamente progresista con quien se tendría que reunir no es con autoridades públicas sino con las propias chicas porque de otro modo jamás va a enterarse de lo que realmente está pasando. Y si no se conoce un problema, difícilmente se va a solucionar. Porque si se quiere luchar contra las mafias precisamente lo último que ha de hacerse es "reforzar la actuación policial", ÚNICO PUNTO en el que todas las formaciones han coincidido. Lo que siempre digo, los políticos o son malos (los del PP, PSOE, CiU) o tontos (C's, Podemos, CUP). Es materialmente imposible que a una buena persona con inteligencia la dejen meterse en política.

Prostitutas vinculadas a la organización AMMAR en Argentina, pidiendo menos criminalización y más derechos. Una regulación que favoreciese a las prostitutas debería ir en este sentido. ¿Es eso lo que propone el consistorio de Barna? ¿O por el contrario desean mantener controladas a las putas, pues las consideran un grupo de personas "peligrosas"?



Por otra parte, los partidos tradicionales (los de la corrupción) se posicionaron en contra de la medida y es que estoy convencido de que saben lo que se juegan y sí que conocen el tema mucho mejor. Francina Vila (CiU) se escudó en la conocida media verdad de que únicamente una minoría de prostitutas en los países donde está legalizada se ciñen a la legalidad... y es que, claro, depende de que la Ley esté diseñada para excluir a prácticamente todas las prostitutas como en Holanda o que sea un modelo menos restrictivo como el de Nueva Zelanda (del que curiosamente nadie habla aquí).

Desde el PSC, Carmen Andrés expresó por su parte que había que erradicar la prostitución porque "está ligada a la exclusión, a la pobreza, a la falta de oportunidades", que nunca podía ser voluntaria, que "es un espacio de profunda desigualdad" y con el que por tanto hay que mantener una postura de "tolerancia cero". Es decir, se aluden elevados motivos morales para condenar a la indefensión y a la más absoluta desprotección a estas personas. Me parece coherente, una perfecta izquierdista. De todos los políticos, creo que es la que lo ha hecho mejor: es la más sectaria, la más alejada de la realidad, la que más perjudica a la ciudadanía. Un aplauso para ella.

Y los del PP pues siguen tocando el violín al son de la izquierda, pa variar. La concejal Ángeles Esteller rehusó hablar de los efectos reales de la normativa y llevó el debate al ámbito teórico al afirmar que la prostitución denigra a las personas y nunca puede ser considerada un trabajo. Es decir, que no porque no. Formalmente porque sus prejuicios y estrechez de miras la impiden comprender que otras personas sí consideren la prostitución un trabajo y no se sientan denigradas... Pero quién sabe si con su justificación esté ocultando sus motivaciones reales.

Emblema del grupo catalán que, bajo la excusa de defender el derecho a no ser prostituidas (nadie las obliga a ello), propugna que las prostitutas no deben tener reconocido ningún derecho. Sin embargo en su ansia por atacar la prostitución han señalado algunas verdades irrefutables como que el Ayuntamiento no tiene determinadas competencias o que las regulaciones de la prostitución nunca tienen como objetivo mejorar la situación de vida real de las prostitutas y no cuentan con ellas. En otras cosas se columpian y sueltan las típicas memeces abolas, pero eso es algo que a estas alturas de la película no creo que escandalice a nadie.



Para finalizar quiero hacer mención especial al comunicado elaborado por la Plataforma Catalana pel Dret a No Ser Prostituïdes, que enlazo y les aconsejo encarecidamente que lean pues expresa de manera brillante las motivaciones DESDE LA IZQUIERDA POLÍTICA para oponerse a una medida que ha sido precisamente respaldada por grupos políticos de izquierda. Ya sabéis que yo no me caso con nadie y que reconozco el buen trabajo venga de donde venga, pues desde esta Plataforma se asegura que el abolicionismo lucha por abolir la reglamentación de la prostitución que es precisamente lo que ven venir. Que se va a ejercer un control sanitario, policial y administrativo sobre las chicas (bueno, como si ahora no lo hubiera) y eso no incide en un beneficio de las prostitutas. 

Si realmente lo que quisieran fuese dejar de multar a las prostitutas, que parece ser en lo que están de acuerdo, lo que anunciarían serían sencillamente la derogación de la ordenanza avanzando hacia un modelo de "despenalización". Y es que a los abolicionistas no les falta razón, como señalaba la conocida activista por los derechos de las trabajadoras sexuales Pia Covre, históricamente las regulaciones se hicieron para favorecer los intereses de las administraciones públicas y nunca de las prostitutas. Yo también me opongo a una regulación que no tenga en cuenta los intereses y demandas de las principales interesadas, las chicas.

Un par de prostitutas en el Polígono Guadalhorce (Málaga) reivindicando una regulación de la prostitución y su reconocimiento como actividad laboral. Si las escuchamos, es lo que quieren. Y es que una legislación que atendiese a sus reclamaciones podría resultar muy beneficiosa y solventar auténticos problemas. Pero, como siempre, eso no va a pasar. Los que podrían hacerla no quieren, y los que quieren no pueden. El cuento de nunca acabar.



Para seguir leyendo:
· La regulación que no queremos
· Prostitutas contra Trias

martes, 24 de noviembre de 2015

Natalia Ferrari, una joven con las ideas muy claras


Qué suerte. Justo estoy en plena discusión con mi nueva amiga la abolicionista que dice que no escucha a los puteros (¿entonces cómo sabe lo que decimos? Ah, bendita propaganda que evita que nos cuestionemos las cosas...) y me sale esta entrevista en la que una chica que ejerce la prostitución explica con los mismos argumentos "neoliberales" (la libertad es un concepto capitalista, es maaala) sus razones para prostituirse y por qué no está de acuerdo con la visión que la sociedad tiene de ella y de la actividad que realiza. A ver qué respuesta me da para invalidar su testimonio.

No me entretengo más porque el texto es un poco largo y Natalia, que así se llama la muchacha, se explica perfectamente. Únicamente le fallan algo determinados conceptos complejos (como explotación sexual y trata) pero es algo totalmente excusable ya que no es una estudiosa de la materia y habla de acuerdo a lo que sería una "percepción intuitiva" de tales términos, como por otra parte hace la mayoría de la gente, incluyendo a prostitutas y activistas laboralistas.




Barcelona ha aprobado la elaboración de una normativa que regule la prostitución voluntaria. Cada vez más mujeres dan la cara para reclamar sus derechos, cansadas de que otros hablen por ellas.

Por Álvaro Rigal, 23.11.2015



"Prostituta independiente que no lleva una vida secreta. No sigo las normas sociales. Un poco cavernícola. Siempre hago lo que quiero". Así se presenta Natalia Ferrari Díaz (Tandil, Argentina, 1992) en su perfil de Twitter. Residente en Barcelona desde hace una década, mantiene una web personal y publica regularmente textos divulgativos para acabar con los estigmas que rodean a la prostitución. Natalia recibe en pisos, va a hoteles y habla con naturalidad de la profesión que ha elegido, de su pensamiento feminista y de la necesidad de diferenciar entre prostitución y trata.

PREGUNTA. Tú reinvidicas el uso de la palabra 'puta'.
RESPUESTA. Para mí es algo muy natural. Me doy cuenta de que puede tener una connotación negativa, pero yo lo vivo en primera persona y no estoy de acuerdo. No creo que debamos adaptarnos a las ideas de la sociedad porque sí, deberíamos cambiar las cosas que no nos parezcan justas o correctas. Igual que en su momento se hizo con la palabra 'maricón' o 'bollera', el colectivo se empezó a apropiar de ellas para desactivar el insulto: "Sí, soy un maricón, ¿y qué?". Pues sí, soy una puta, ¿y qué?

P. Natalia Ferrari es tu nombre real. Una parte importante de lo que tú haces es dar tu nombre real, dar la cara... ¿Por qué es importante eso para ti?
R. Creo que hay que quitar todo el secretismo y toda la vergüenza que la gente añade a la prostitución. No reconozco que forme parte de mi realidad y no me da la gana de que otro me la añada. En el momento en que empecé a considerar la prostitución, me di cuenta de que la mayoría no mostraba la cara, es muy común ponerse un nombre falso, y no pude evitar preguntarme por qué.

P. Bueno, "la mayoría"... prácticamente todas, ¿no?
R. Cada vez hay menos, pero la mayoría aún sí. Depende de a quién preguntes, te van a recomendar que no des la cara, y el nombre menos. Lo entiendo, pero me parece estúpido, ¿por qué me tengo que inventar un nombre falso? Te dicen que te va a condicionar en tu futuro, pero yo creo que puedo crear mis propias oportunidades a pesar de que otras personas me vayan a cerrar puertas. Se abrirán otras.

P. Te defines como feminista. Ya sabes que hay un sector grande del feminismo que considera que la prostitución es incompatible con la igualdad. ¿Eso cómo lo ves?
R. Creo que es ridículo, significa seguir asumiendo que el hombre tiene control sobre la mujer incluso cuando la mujer te está diciendo que no. Cada vez empiezan a salir más putas como yo (porque hay otras, no soy la única que tiene este discurso), que demuestran que en las relaciones de prostitución la que tiene el control es la puta. Es que es así. No viene un hombre y te tira billetes y tú dices 'sí, señor'... Claro que hay casos que sí, pero también existe eso en otro tipo de trabajos. Hay putas que están desafiando esos roles de género, porque son ellas las que asumen el control: que el hombre está de acuerdo, perfecto; que no está de acuerdo, que se busque otra. Además, esos roles también existen en otras profesiones y en otro tipo de relaciones íntimas: matrimonios, parejas, rollos de una noche, profesor-alumna, jefe-empleada... ese tipo de relaciones de poder no son intrínsecas de la prostitución.

P. Hay muchas mujeres que luchan contra la trata y la explotación que suelen decir que todas las putas son víctimas, que ninguna lo hace libremente, o que se autoengañan porque no tienen otra opción.
R. Eso es negar una realidad que existe. No tengo conmigo estadísticas de cuántas son las que están explotadas, pero es muy común que la gente se las invente. Empatizo con las preocupaciones que tiene ese sector del feminismo, yo tampoco quiero una sociedad donde haya relaciones desigualitarias, pero no puedes condenar la profesión en sí misma.

**********NOTA DEL ENTREVISTADOR**********
Por la propia naturaleza de la actividad, resulta prácticamente imposible obtener estadísticas fiables sobre el número de mujeres que ejercen la prostitución y el porcentaje de ellas que son explotadas. El informe de la ONU sobre trata de personas hacia Europa con fines de explotación sexual concluye que una de cada siete mujeres prostituidas en Europa es víctima de trata.
**********NOTA DEL AUTOR DEL BLOG**********
A pesar de que, efectivamente, no existen estadísticas fiables hay que resaltar dos cifras. En el sector abolicionista han hecho fortuna las estimaciones del Instituto de la Mujer y de la investigadora Maria José Barahona Gomariz que ofrecen un rango aproximado de 300-400 mil prostitutas en toda España. Por otra parte, investigaciones regionales (no hay ninguna a nivel nacional) por parte de equipos más afines a las tesis pro derechos ofrecen un cálculo más conservador: entre 80 y 160 mil prostitutas. En mi opinión la cifra de unas 120 mil para todo el territorio nacional sería un cálculo bastante aproximado.
En cuanto al concepto de explotación sexual, si lo usamos como hace APRAMP como sinónimo de prostitución, el porcentaje de víctimas sería -por definición- del 100%. Si viniese a definir a aquellas personas que ejercer la prostitución con beneficio para un tercero (piso, club, agencia, etc) probablemente rondaría el 80%. Y si le diésemos el significado más socialmente aceptado, de equipararlo con prostitución forzada, su prevalencia sería residual. Probablemente del 0,01% como asegura el abogado Carlos Orbañanos.
Finalmente, aclarar cómo define la ONU la trata. Para esta organización cualquier inmigrante irregular (por tanto NO COMUNITARIA) que ejerza la prostitución es víctima de Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual. No se entiende la trata como la existencia de coacción o falta de libertad, sino como la vulnerabilidad surgida de su situación administrativa irregular. De acuerdo a mi criterio la apreciación de la ONU es correcta, en Europa aproximadamente un 15% de las prostitutas (cuando se redactó el informe, antes eran más y ahora menos) residían y "trabajaban" de manera ilegal.

La joven Natalia considera que "hay que quitar todo el secretismo y toda la vergüenza que la gente añade a la prostitución", porque no forma parte consustancial de ella sino que este "estigma" vendría a ser una construcción cultural y, por consiguiente, artificial. Por ello comienza dando la cara, algo que todavía no hacen muchas de sus compañeras. Alabo su valentía pero la advierto que existe una fina línea que distingue al valiente del temerario. Vivimos en la sociedad en la que vivimos y determinadas decisiones no tienen vuelta atrás así que hay que meditarlas mucho antes de tomarlas. Es mi consejo como cliente, activista y, desde ahora, también como admirador de esta chica.



P. ¿Crees que en el discurso público se diferencia adecuadamente la prostitución de la trata?
R. No, no lo creo. Aunque cada vez más, a raíz de que lo han hecho las organizaciones de prostitutas, pero creo que está muy metido en la cabeza de la gente. Es ese sector el que se ha encargado de decir que las putas somos todas víctimas, que estamos explotadas y blablabla. Por eso la gente tiene una imagen de la prostitución como sufrimiento, como mujeres que no valen para otra cosa. Yo valgo para lo que a mí me dé la gana.

P. Bien, pero asumiendo que hay prostitución libre y que hay prostitución bajo explotación, ¿eso cómo lo sabe el cliente?
Creo que si alguien está en una situación de abuso y explotación, en el momento en que tú intimas con esa persona en una habitación lo puedes llegar a percibir. Le diría a la gente que vaya a putas independientes. Existen portales de contacto para prostitutas independientes o de agencias, en todas las ciudades grandes, y esos portales se comprometen, dentro de lo que pueden, a controlar que nadie las está forzando. Lo malo de esos foros es que se genera la sensación de que si no muestras una actitud sumisa y complaciente, vas a tener menos clientes.

P. ¿A ti te pasaba eso al empezar?
R. Me pasó con el tema de los servicios sexuales. Veía que muchas hacían sexo anal y felaciones sin condón. Pensé, "si no hago esto no voy a trabajar". ¡Claro que vas a trabajar! Vas a trabajar con los clientes que tú quieras y disfruten de las mismas cosas que tú. El problema es que la gente que empieza a prostituirse no hace un estudio previo, ya que suelen partir de una situación de necesidad importante y lo hacen de forma precipitada.

P. Se dice que es un error poner como ejemplo a putas voluntarias como tú porque proporcionalmente son muy pocas. Y que las asociaciones no son interlocutores sociales relevantes porque no son representativas de la realidad de la prostitución. Que si se muestra a gente que está bien, se banaliza el problema de la explotación.
R. Es completamente ridículo. Volvemos a lo de antes, "hay miles de víctimas"... muéstrame un documento.

P. Que la trata existe y que hay miles de víctimas por toda España es una realidad evidente.
R. Pero es que la trata y la prostitución son dos cosas distintas. Si yo te ato una cadena al pie y te obligo a cocinar, tú no eres un cocinero y tu situación no es representativa de esa profesión. Si no dejas que las asociaciones sean portavoces, estás negando la realidad de esas mujeres, y estás negando sus derechos sociales y laborales, estás fomentando el estigma, estás animando a que tengan una doble vida y que vivan con la sensación de que están haciendo algo horrible y de que nadie las va a querer y de que no van a tener oportunidades en su vida. Tienes que dejar que esas asociaciones eduquen a los clientes, eduquen a las putas... y que contra la trata se luche legalmente, porque es otra cosa.

P. Tú ahora tienes un discurso muy construido sobre la prostitución y el feminismo, ¿cuáles han sido tus referentes en ese sentido?
R. Más que referentes... Siempre tuve un interés a salirme de la norma, la idea de la mujer fuerte y con libertad sexual. Es algo que siempre tuve en mí, empecé a masturbarme desde que era muy joven y siempre lo vi como algo natural, nunca como algo malo. Cuando empecé a considerar la prostitución como una posibilidad, descubrí que una amiga mía se estaba prostituyendo desde hacía un año. Y conocer su experiencia personal fue lo que más me ayudó a forjar las ideas que tengo ahora.

P. ¿Realmente se puede decir que la prostitución es un trabajo como otro cualquiera? En general no se considera un trabajo digno, no es un trabajo que la gente quiera para sus hijas. Nadie lo pone al mismo nivel que... no sé, que ser dependienta en Zara.
R. ¿Y eso sí es un trabajo que quieres para tus hijas? Yo quiero que mis hijas, o cualquier persona a la que tenga aprecio, hagan lo que quieran con su vida y hagan las cosas que les llenen y les hagan sentir bien. Es importante reconocer que hay un sector de personas que se sienten a gusto con este trabajo. Yo no me siento a gusto siendo dependienta de Bershka, ¿por qué debería?

P. Podemos decir que es un trabajo como otro cualquiera, pero las cifras de agresiones a prostitutas son terroríficas. Y los ejemplos de personas a las que la prostitución les ha dejado secuelas psíquicas también.
R. ¿Estamos hablando de trata o de prostitutas independientes? Habrá que analizar en qué contexto sucede eso. ¿Estamos hablando de pisos, estamos hablando de clubes de carretera? ¿Quién es ese cliente? Seguramente sea alguien que cree que tiene derecho a maltratar a la mujer y ve que la puta es un sujeto indefenso que no puede ir a ningún lado a quejarse y se aprovecha de la situación. Seguramente ese hombre tenga relaciones similares con otras mujeres en su vida. Personalmente, no he tenido nunca ningún problema... Las putas que conozco han sido agredidas por parejas o exparejas, pero solo en casos excepcionales por un cliente.

**********NOTA DEL ENTREVISTADOR**********
La semana pasada, el Ayuntamiento de Barcelona aprobó elaborar una normativa que regule la prostitución voluntaria, con los votos a favor de Barcelona en Comú, Ciudadanos, ERC y CUP. Mientras tanto, las prostitutas del barrio del Raval han anunciado su intención de constituirse en cooperativa. En Madrid, la agrupación Afemtras de la colonia Marconi también reclama derechos laborales y ha mantenido contactos con el ayuntamiento.
**********NOTA DEL AUTOR DEL BLOG**********
El sector abolicionista ha emitido un comunicado contrario a tal regulación y, lo cierto, es que legalmente no les falta razón y sus argumentos (exclusivamente desde el punto de vista del derecho) son impecables e irrefutables. Un Ayuntamiento no tiene competencia normativa para entrar a regular una materia que afecte a Derechos y Libertades Fundamentales, sino que es materia de Ley Orgánica que única y exclusivamente atañe al Gobierno central (no entro al debate de si deberían tener esta competencia o no las CC.AA., sino que explico la situación tal y como es de acuerdo a la Constitución del 78). Por otra parte también citan el Convenio de la ONU de 1949 para la represión de la trata de seres humanos y de la explotación de la prostitución ajena, ratificado por el Gobierno del Generalísimo en 1962 y que formalmente todavía vincula a España. Este argumento legal impediría que tan siquiera las Cortes Generales regulasen la prostitución, pero está más cogido por los pelos ya que si bien España forma parte de los firmantes del Tratado también es cierto que debería denunciarlo y salirse del mismo pues entra en abierto conflicto con la Constitución (lo cual es lógico al tratarse de una decisión tomada por el régimen pre-constitucional, que como es bien sabido no tuvo un origen democrático y su actuación hacia los derechos humanos resultó abiertamente lesiva).

Como tantas otras prostitutas, Natalia sostiene un discurso que choca frontalmente con la retórica feminista que concibe a todas las prostitutas como víctimas, sin capacidad de decidir, sometidas a chulos y puteros sin escrúpulos. Su juventud y belleza aportan un toque particularmente irreverente a sus palabras.



P. Es habitual escuchar que si una chica se mete a puta es porque viene de entornos difíciles, de familias desestructuradas... ¿Es tu caso?
R. Bueno, ¿quién tiene una adolescencia fácil? ¿Qué es una vida estructurada? Vine a España desde Argentina cuando tenía 11 años. En mi caso personal, nunca he tenido vínculo afectivo con mi familia.

P. ¿Te fuiste de casa pronto?
R. A los 18, en cuanto legalmente pude, pero a los 14 ya quería hacerlo. El tema es que cuando dices estas cosas refuerzas los mitos de la gente: "No ha tenido una vida fácil y eso la ha llevado a tomar decisiones drásticas". Creo que el hecho de no haber tenido un entorno del todo maravilloso cuando era pequeña me ha hecho ser una persona más crítica y cuestionar más las cosas, crear mi propia identidad. 

P. ¿Qué trabajos has tenido?
R. A los 16 años empecé a trabajar en el McDonald's y duré tres días. Luego estuve también de teleoperadora y tampoco duré mucho, era insoportable. A los 17 empecé a trabajar en un museo... ¿sabes esta gente que te dice que no toques los cuadros? Eso lo hice durante unos tres años. Estaba de martes a domingo, prácticamente a jornada completa, todo el día de pie dando vueltas en una sala.

P. ¿Por qué entre las opciones laborales a tu alcance ahora has optado por esta?
R. ¡Porque es la mejor! Primero por la autonomía: no me gusta trabajar para otros, soy muy independiente y me gusta poder hacer las cosas a mi ritmo y en los momentos que quiero. En ese sentido es el trabajo ideal. Cuando quiero, me voy donde sea. Y cuando vuelvo sigo teniendo trabajo. Luego, trabajas poco y cobras mucho. Eso también es muy importante. Tengo autonomía, tengo independencia económica y me deja tiempo libre para hacer otras cosas. Además, es algo que disfruto, me gusta tener relaciones con desconocidos en ese contexto y con mis condiciones.

P. ¿Cómo te ha cambiado este trabajo en estos dos años?
R. Me ha hecho más segura de mí misma, más reflexiva... y he aprendido mucho, cuando empecé no trabajaba de la misma forma que trabajo ahora. No tenía información, tomaba decisiones reactivas y creía que tenía que hacer lo que hacían las demás.

P. En el texto que escribiste describiendo tus relaciones con los clientes había comentarios de gente que no se creía que todo fuera así de agradable. ¿Por qué crees que a la gente le cuesta creerse tu experiencia?
R. Choca demasiado con la moralidad y con los valores que tienen, porque no entienden que haya personas que vivan de otra manera, igual que nadie se cree que si tú eres puta o eres actriz porno, puedas tener una pareja estable. Choca mucho con la visión que ellos tienen de la vida y hay gente a la que eso le molesta.

P. Voy a citar un comentario de los muchos similares que te dejan: "Algo ha fallado en tu educación para preferir comer pollas de camioneros a tener una familia".
R. Hay tantas cosas mal en ese comentario... ¿por qué tienen que ser desagradables los camioneros? Hago lo que quiero hacer, es como si dijera: "¿Qué ha fallado en tu educación para creer que alguien que chupa pollas a camioneros no puede tener una familia estable?"

P. ¿Conoces a otras putas jóvenes? ¿Ha cambiado la forma de hacer este trabajo entre las nuevas generaciones?
R. Sí, porque ahora hay más herramientas para buscar información y montártelo por tu cuenta. Las que conozco son personas que han tomado la decisión de forma consciente, no porque hayan caído en el “agujero negro de la prostitución”. Han decidido que es una opción mejor que otras.

P. ¿Y cómo las conoces? Porque, corrígeme si me equivoco, la prostitución como la ejerces tú es una profesión solitaria, no tienes compañeros de trabajo.
R. Depende. Es bastante común que las prostitutas independientes alquilen habitaciones en pisos y en cada habitación trabaje una. Eso ya te genera relación. También por haberme acercado a asociaciones. Estar activa en redes sociales diciendo que soy puta también ayuda, aunque lo de estar en redes no es algo que necesite personalmente.

P. ¿Crees que puede ocurrir con las putas un proceso parecido al que ha ocurrido en los últimos años con las actrices porno? En el sentido de que antes era un trabajo oculto, considerado denigrante, y a raíz de figuras como Sasha Grey, Stoya, o aquí en España, Amarna Miller, se ve que son personas independientes, con inquietudes, que no se esconden.
R. Totalmente. He analizado mucho por qué el porno antes era algo horrible y ahora no lo es tanto. Es por figuras como ellas, por el trabajo que han hecho de visibilizar y profundizar en su persona: "No soy solo alguien que hace porno. Soy todas estas cosas y elijo hacer porno porque me da la gana". Creo que con la prostitución también puede pasar, porque las putas jóvenes empiezan a no querer tener una doble vida, quieren hablar en primera persona, no que hablen otros por ellas.

P. ¿Tú conoces casos de mujeres que llevan doble vida?
R. Sí. Y lo pasan muy mal, viven con mucho miedo, con paranoia.

La principal novedad de este tipo de entrevistas es, en mi opinión, mostrar la cercanía, la naturalidad, la completa normalidad de las personas que ejercen la prostitución. Tenemos a una chica corriente charlando en una cafetería, aportando sus experiencias y unos razonamientos de una lógica aplastante. ¿Quién ve en ella a una mujer traumatizada, necesitada de rescate? Entrevistas como esta resultan totalmente demoledoras para el discurso oficial sobre la prostitución.



P. ¿Qué características o aptitudes hay que tener para dedicarse a esto con éxito?
R. Necesitas ser una persona empática, con habilidades sociales. También no tener prejuicios con el sexo, conocerte a ti misma y ser honesta contigo misma. Y sobre todo, tener una estrategia, tomar decisiones proactivas e inteligentes. Hay que tener un poco de mentalidad emprendedora.

P. ¿Los principios fueron difíciles? En tu blog contaste que el primer cliente fue muy bien.
R. Fue difícil antes de empezar, estaba en plan "puede pasar esto, puede pasar esto otro...". Puse el anuncio y me empezó a llamar muchísima gente. Sentía bastante inseguridad y pasaron días antes de empezar realmente a trabajar. Lo difícil fue superar mis miedos.

P. Un eufemismo que se suele utilizar al hablar de prostitución es "vender su cuerpo". ¿Tú vendes tu cuerpo?
R. Primero, ¿qué es exactamente el cuerpo? ¿El coño? Porque todo el mundo trabaja con su cuerpo. ¿El obrero vende su cuerpo cuando está trabajando en una obra? Ahí nadie hace ese tipo de discurso. Mi cuerpo no son los genitales, mi cuerpo es toda yo, y uso mi cuerpo y mi cabeza en el trabajo como cualquier otra persona. No lo vendo, es una herramienta.

P. ¿Qué es lo que tú ofreces?
R. Un servicio íntimo con conexión sexual y humana. Dos personas iguales que quieren compartir un momento agradable sin presiones y sin culpa. Se produce un contexto de cercanía, teniendo claro que soy una persona, no una cosa para que te la folles.

P. Haces muchas referencias a que proporcionas "un espacio seguro". ¿Podrías desarrollar un poco ese concepto?
R. Seguro a nivel de seguridad emocional. Me he dado cuenta de que cuando las personas estamos en un entorno donde no las van a juzgar y no tienen la presión de elevarse a la categoría de grandes folladores, se relajan mucho más.

P. Tú defiendes que el cliente tiene que preocuparse por tu bienestar. Esto no es "el cliente siempre tiene la razón". ¿Esto todo el mundo lo entiende?
R. No, hago muchos filtros porque soy consciente de que no todas las personas que acuden a la prostitución tienen esta idea de las relaciones. 

P. Pero no me refiero solo a respetar las normas que tú estableces, que eso cualquiera lo puede entender, sino al hecho de que el que ha pagado, además tiene que preocuparse de que tú estés bien.
R. Con eso simplemente me refiero a cosas básicas entre seres humanos, como por ejemplo: si tú me estás haciendo algo que a mí no me gusta, lo dejas de hacer.

P. Hablemos del filtro de clientes. He notado que antes tenías en la web el teléfono y ahora lo has quitado. ¿Qué ha pasado ahí?
R. Que llevo dos años trabajando y me he dado cuenta de que me llama mucho idiota. Tengo poca paciencia con cierto tipo de gente. Cuando pones tu teléfono en internet te llama mucha gente que solo ve tus fotos, el teléfono y te dicen: "¿Puedes quedar ahora?". No leen tus condiciones, es muy instantáneo. Ahora pido que me contacten por escrito y eso es muy diferente: se piden citas para dentro de unos días, y a mí me gusta esa planificación y la posibilidad de conocer más al posible cliente.

P. Pero después hablas por teléfono, ¿no?
R. Sí, el primer contacto es por correo pero luego te pediré hablar antes de la cita. Quiero escuchar tu voz y asegurarme de que lo tenemos todo claro.

P. ¿Cómo transcurren esas llamadas? ¿Cuánto duran?
R. Pues muy poco, he ido aprendiendo a leer rápido a las personas por la forma en la que hablan, pocas veces me equivoco. Y cuando me he equivocado, ya tenía dudas de antes.

P. ¿Y de qué habláis?
R. Doy pie a que compartan lo que para ellos sea importante. Si alguien quiere algo especial me lo dice y veré si me apetece o no. Para mí es importante fijar el día y la hora, que tengan claro que va a ser todo con preservativo y que tengan claras las tarifas.

P. ¿Tus tarifas son las normales del mercado? [Como se puede ver en su web, la tarifa estándar de Natalia son 250 euros por una hora y media. Los precios suben si se incluye en la cita salir a comer o acompañamiento a cualquier evento. Una noche entera son 1.200 euros]
R. Bueno, lo que ofrezco no es del todo común. Y las que hacen cosas así cobran incluso más, porque es un contexto más íntimo y más cercano, no es quedar con cualquiera que te pague. Las tarifas normales para las prostitutas independientes están en 70 euros por media hora y 100 por una hora.

P. Al final las tarifas son el principal filtro, ¿no? La gente que paga ese dinero es de un determinado nivel socio-económico, que en principio limita las posibilidades de que te entre algún cafre.
R. Sí, es un filtro más, y también el hecho de que mi tarifa mínima sea una hora y media, cuando para la mayoría es media hora.

P. ¿Has pensado en ir hacia un tipo de trabajo para clientes con mucho dinero que contratan para irse de viaje, de fin de semana...?
R. Lo he pensado, pero ahora mismo no me interesa mucho. Solo lo haría con personas de mucha confianza porque, ¿qué pasa si me caes mal? A mí me gusta tener mi espacio y mi tiempo, no quiero hacer servicios que me condicionen tanto.

Es frecuente que se desoiga o patologize a las prostitutas. Se han construido las más estrambóticas y rebuscadas explicaciones para dar respuesta a la motivación que tienen las personas que ofertan servicios sexuales. Y, sin embargo, la explicación es muy sencilla: una elección racional, de naturaleza económica, entre las distintas oportunidades a su alcance en un mercado de trabajo extremadamente precario. Hay casos y casos, cierto, y tampoco podemos negar la influencia de otros condicionantes sociales, culturales e incluso legales (como por ejemplo ser una actividad refugio para personas indocumentadas que no podrían acceder a trabajos en la economía formal). Pero en general es ésta la explicación. Así que acabar con la prostitución significaría cerrar una salida laboral a muchas personas que hallan en la prostitución una ocupación más deseable que el resto de las existentes a su alcance (obviamente a todos nos gustaría que nos colocasen en un consejo de administración de una eléctrica para aburrirnos mientras nos forramos, en el Congreso para jugar al Candy Crush o en la ONU para no dar palo al agua, pero la gente corriente no vive del papo como los abolos).



P. ¿Tienes una rutina? Trabajas siempre el mismo número de días a la semana, siempre los mismos días...
R. Hay que asumir que es un trabajo inestable, no te van a venir siempre clientes cuando tú quieras. Pero sí que es importante para mí tener al menos un día libre, que suelen ser los lunes. Cuando más citas tengo es a la hora de comer entre semana. Y no trabajo los días de regla.

P. ¿Tienes siempre un número parecido de citas al mes?
R. Cambia, depende mucho de mi predisposición. Depende de si estoy dedicando tiempo a otros proyectos, o de cuánto dinero necesite ese mes.

P. ¿Cuánto ganas de media al mes?
R. Me parece irrelevante hablar de cifras, e incluso invasivo. Está claro que es una profesión rentable pero depende de cómo te lo montes.

P. ¿Tienes un perfil definido de cliente?
R. Por edad suelen ser de veintimuchos para arriba. Me doy cuenta de que me escriben muchas personas que es la primera vez que tienen contacto con una prostituta y a muchos les preocupa asegurarse de que no estoy explotada y se sienten más tranquilos sabiendo que no hago las cosas forzada.

P. ¿Te ha llamado alguna chica alguna vez?
R. Muy pocas, pero sí.

P. ¿Por qué has publicado un texto de "consejos para ser un buen putero"?
R. Porque después de dos años me he dado cuenta de que es necesario educar a los clientes. Y también para contrarrestar las cosas públicas que hay sobre la prostitución, porque es muy común que algunos clientes escriban experiencias que han tenido con las putas. Desde el anonimato es normal que digan barbaridades. Entonces, si tú no sabes nada sobre la prostitución y te encuentras eso, ¿qué vas a pensar?. Es normal que haya gente que piense "ninguna mujer quiere eso". El problema es que mis clientes no son así, pero no escriben en foros. O escriben en foros de esa manera porque eso es lo que creen que tienen que hacer. Me parece injusto que el retrato de la prostitución lo creen personas que puntúan mi cara del 1 al 10.

P. ¿Has pensado en hacer otro texto con consejos para putas?
R. Sí, de hecho me escriben muchas personas diciendo: "Quiero empezar a prostituirme, cómo lo hago”. De entrada digo que se hagan muchas preguntas: qué es lo que quieres, por qué quieres ser puta... conócete a ti misma, sé muy honesta para descubrir qué quieres. A partir de ahí, haz una estrategia para conseguirlo.

P. Por muchos filtros que hagas, es un trabajo que sigue siendo una situación de riesgo. ¿Qué precauciones tomas?
R. Todas las putas tenemos códigos de seguridad. No estar trabajando en el piso sola, o hacer una llamada antes de empezar a trabajar, delante del cliente, en la que informas a alguien de la hora a la que acabas y le dices que le llamarás al terminar. Nunca me ha pasado nada.

P. ¿Estarías a favor de una regulación específica para la prostitución?
R. Sí, quiero una regulación que acepte que nosotras existimos y que acepte las demandas de cada uno de los tipos de prostitución. No es lo mismo la puta independiente que la que está trabajando para una agencia o lo que sea. Hace falta una regulación que reconozca las particularidades de la profesión, y eso ahora no existe.

P. Hay estudios que dicen que si en un país se regulariza la prostitución, eso atrae a las mafias de la trata. Sin embargo, cuando en un país la ley multa al cliente, las mafias prefieren no ir allí.
R. Sí, he leído sobre eso. Pero vamos a ser lógicos: si está legalizada, hay unas normas que hay que cumplir, tú no puedes tener un burdel con personas esclavizadas. Si monto una tienda de ropa, eso tiene que estar regulado, no puedo tener a gente contra su voluntad. ¿Por qué con la prostitución es distinto?

P. ¿Tienes pensado seguir dedicándote a esto en el futuro?
R. Siento que es un trabajo al que puedo dedicarme siempre que quiera. No me lo planteo en ese sentido, cuando no quiera hacerlo no lo haré. Estoy trabajando también en otros proyectos: ahora me estoy involucrando más con el tema de la pornografía, pero me interesa hacerlo con productoras independientes y proyectos pequeños en los que pueda formar parte de la creación y no solo de la escena. Quiero hacer contenido propio y rentabilizarlo por mi cuenta. También quiero seguir escribiendo en medios de comunicación, creo que eso puede ser una herramienta muy poderosa para concienciar.

lunes, 23 de noviembre de 2015

Explicando la prostitución a los abolicionistas

Estoy convencido de que, en gran parte, los análisis y opiniones sobre el mundo de la prostitución que prevalecen entre algunas personas se deben fundamentalmente a un profundo desconocimiento de esta realidad. Llego a esta conclusión básicamente escuchándoles y leyendo lo que escriben, como me habréis leído en este mismo blog pienso que el punto de partida fundamental es el de la obtención de información. Parafreseando el famoso refrán, podríamos decir "dime a quién escuchas, y te diré qué crees".

Todos hemos visto esos programas de TV en los que ponen a una prostituta asegurando que lleva muchos años ejerciendo esta actividad, que es libre y que le gusta lo que hace y, además, que no sabe de dónde sacan las famosas "víctimas de trata" porque ha trabajado en multitud de sitios y nunca ha visto nada así. Y delante sientan a la típica feminista estirada, o a un periodista, o a una abogada... bueno, a alguien totalmente ajeno a este mundo. Y esa persona le explica vehementemente a la chica que esto no es así, porque "los informes de la ONU", o "la Policía Nacional", o "las ONGs que trabajan con las víctimas" aseguran que no tiene razón. Es decir, hace más caso a fuentes a las que atribuye una autoridad y credibilidad total que a quien está dentro de este mundo y sabe lo que se cuece. Es lo mismo que tratar de explicarle la evolución a un tipo que sólo cree en la Biblia y, si acaso, en los panfletos que publique su Iglesia. No, mire, entiendo que de acuerdo a la información de la que usted dispone las cosas le parezcan de una manera. Pero es que existe otra manera de acercarse a un fenómeno y es dejándose los prejuicios en casa y pisando el terreno. Sé que para algunas personas lo que diga el gobierno o la tele es como la palabra de Dios, por eso resulta tan complicado que se arremanguen y vayan por sí mismos la calle para saber lo que pasa. Porque es que claro, el papel (o un blog, je) lo aguanta todo y yo aquí puedo decir misa (vaya día refranero tengo) pero lo que es indiscutible es lo que pasa en la realidad... por eso pongo tantos vídeos, a diferencia de tanta gente que "reflexiona" sobre la prostitución teóricamente desde la comodidad de sus despachos yo lo hago tras una larga trayectoria en la que he ido conociendo de primera mano esta realidad. Y oigan, que desde luego estoy muy lejos de saberlo todo. Por eso si alguien me muestra que estoy equivocado no tengo el menor reparo en reconocerlo, lo que me fastidia es que gente que sólo se ha informado por los medios de comunicación o por como "cree" que es esto me venga a dar lecciones. No, si usted sabe pues viene y discute conmigo. Y si no tiene ni idea lo que tiene que hacer es aprender en primer lugar.

Esto viene a raíz de un artículo escrito por Lady Aguafiestington, en el que realiza una inmisericorde crítica a la prostitución, a los puteros y a los "regulacionistas" que legitiman una situación de desigualdad, subordinación y esclavitud. Me parece que ejemplifica mucho los típicos artículos abolicionistas que despotrican contra el capitalismo, el patriarcado y demás abstracciones pero son incapaces de solucionar cualquier problema que las propias prostitutas identifican como tal.

Estas son las putas que mi gustan, las reales, las curtidas por el viento y bronceadas por el Sol. Las chicas con las que ando y a los que las abolicionistas son incapaces de tocar ni con un palo. Como veis son tan educadas que ni piden ni exigen, "sugieren", y siempre medidas concretas (en este caso un parking regulado, pero también iluminación o papeleras) que mejoren sus condiciones de trabajo.



Lo cierto es que es un poco absurdo discutir sobre asuntos reales con alguien que te habla desde su mundo de fantasía (feminista y comunista, vamos, está más en la tierra el yonki más desquiciado que puedas encontrarte). Y más cuando se aprecia desde el minuto uno su manifiesta intención de hacer sangre creando dos "bandos": el de los fachistas esclavizadores de mujeres y el de las progres comprometidas y bienhechoras. Repulsivo... pero natural. Ciertamente en ese submundo que es el feminilistismo se han creado dos tendencias, pro y anti prostitución. Pero no hay que confundirlas con los enfoques legales, que son mucho más diversos. Y la manipulación que hacen los detractores de la prostitución para vincular a quienes sostienen una regulación que priorice la defensa de los derechos de las prostitutas y su reconocimiento sociolegal (regulacionismo o laboralismo) con una regulación centrada únicamente en aspectos administrativos y que no tenga en cuenta los intereses de las prostitutas (reglamentarismo, que se suele atribuir a esa malvada patronal de extrema derecha) muestra que la autora del artículo no tiene ni idea del tema o, mucho peor, que sabe de lo que habla y por eso mismo trata de desinformar.

Aun con todas las dificultades, vamos a dar repuesta (contesté en su blog, si no lo ha borrado todo seguirá ahí y básicamente voy a reproducir lo allí enunciado). Una de las críticas fundamentales a la prostitución desde el feminismo es su indudable componente de género, que la ejerzan mujeres y la demanden hombres. Esta asimetría vendría a reafirmar su carácter patriarcal, donde el poder se atribuye a quien demanda (porque tiene dinero) y la sumisión a quien oferta. Pues si bien es innegable que la prostitución es inmensamente mayoritaria de ALGUNAS mujeres hacia ALGUNOS hombres, también es cierto que el sector se va abriendo hacia otras posibilidades incluyendo la prostitución de varones hacia mujeres. ¿Que todavía es minoritaria? Poco a poco. Progresivamente la prostitución va siendo entendida en la sociedad como una actividad que puede desempeñarse indistintamente del género, es más, creo que es altamente positivo que las mujeres puedan acceder al sexo de pago. Para mí es una muestra de la liberación sexual de la mujer, que ha sido históricamente condicionada por fuertes condicionamientos sociales pero los ha ido perdiendo. De hecho, autoras feministas como Alejandra Kollontai envidiaban la sexualidad relativamente libre que vivían los hombres y soñaban con que las mujeres algún día disfrutarían del mismo modo. Pues ahí está, eso es lo que yo quiero: prostitución para todos y todas, no para nadie como proponen esos que son como el perro del hortelano que ni come ni deja comer.

Por otra parte, la lucha feminista durante décadas ha ido encaminada no a eliminar aquellas ocupaciones con un fuerte componente de género (pensemos en políticos, jueces, militares...) sino en romper las barreras de la desigualdad. Yo concuerdo con ellas, históricamente podía hacerse una crítica en clave de igualdad de la prostitución (ojito, al igual que del matrimonio... que por cierto, muchas de estas feministas también quieren abolir). Pero del mismo modo que el matrimonio no es consustancialmente "patriarcal" ni "machista" ni "violento" (aunque indudablemente algunos sí lo sean) sino que depende de la sociedad de la que se trate y, sobre todo, del caso concreto pues la prostitución tampoco tiene, per se, un significado. De hecho, tiene dos ventajas tremendas que la hacen particularmente atractiva. La primera es que por su naturaleza temporal limitada permite que, de producirse un abuso o incomodidad ésta no dure más de la cuenta. Eso no podía decirse del matrimonio hasta no hace tanto tiempo. Y la segunda es que muchas prostitutas no ven el desempeño de su oficio como un lastre por ser mujeres sino precisamente como una oportunidad y comparan su ocupación muy favorablemente con respecto a otras ofertas existentes en el mercado de trabajo. En relación con otros trabajos, la prostitución es una actividad altamente remunerada y que exigiría, para algunas personas puntualizo siempre, un menor esfuerzo que otras ocupaciones.

Por otro lado veamos a las abolicionistas. Se las sintoniza en una onda diferente, sus mensajes son maximalistas y no se detienen en detalles. "Hay que acabar con la prostitución". Pero mientras, con lo que terminan es con los derechos de las personas que la ejercen.



Concuerdo en el punto de que no habría que juzgar a la persona oferente de prostitución y creo que en torno a este punto podrían tenderse puentes entre las distintas corrientes del feminismo, al menos si la preocupación por las chicas fuese real y no una pose (como mucho me temo). Un aspecto clave en los regulacionistas, es la lucha contra el estigma. Un verdadero regulacionista no es el que opina "que lo legalicen" sin saber nada de este mundo, sino que se molesta en conocerlas y comprueba que las medidas abolicionistas/prohibicionistas empeoran su situación real de trabajo y de vida. Así lo reconoció la Corte Suprema de Justicia Canadiense el año pasado en el caso Bedford, Amnistía Internacional este año tras un extenso análisis y lo denuncian asociaciones compuestas por feministas como Génera, Hetaira o la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía. Si hubiese una voluntad real desde el abolicionismo en las prostitutas, primero las escucharían y luego tratarían de hacer algo por mejorar su situación inmediata.

Pero claro, yo hablo de abusos y esto a una feminista le suena a ¿COMORL? Si la prostitución en sí toda es abuso, en toda circunstancia, no importa quién sea la puta o el putero ni qué hagan... No, eso es pura retórica. Eso no se corresponde con la realidad. Que no me diga que de verdad se cree que va a ser igual con un tío majo que con un cabrón, que va a ser igual que la chica tenga la presión de hacerse un dinero encima porque tiene que pagar o que vaya tranquila porque no tiene a nadie detrás ¿Conocen en serio cuáles son esos abusos que Terri Jean Bedford, Amnistía o las prostitutas cuando se organizan y forman asociaciones como AMMAR denuncian? Pues lo que afirman, y doy fe de ello, es que las legislaciones de corte prohibicionista/abolicionista criminalizan a la prostituta y/o a su entorno otorgando amplias potestades a los cuerpos y fuerzas de seguridad. Es entonces cuando los agentes aprovechan la situación de vulnerabilidad, indefensión e inferioridad de las chicas para realizar todo tipo de extorsiones, agresiones y abusos. Las prostitutas tienen voz y reiteradamente han manifestado cuáles son sus problemas, al menos para quien las quiere escuchar. Desde que comenzaron a organizarse en Europa, en la famosa ocupación de la Iglesia de St.Nizier en Lyon (Francia) en 1975 denunciando los chantajes policiales que sufrían (que por cierto también los menciona Sonia Sánchez en Argentina) a las actuales protestas en Barcelona y Madrid solicitando que las autoridades las escuchen y pongan fin a la "violencia institucional", las prostitutas señalan insistentemente que lo dañino para ellas no es la prostitución en sí sino en lo que sufren por ser tratadas de manera diferente. Son sus no-condiciones de trabajo y absoluta desprotección jurídica, el estigma social y la minusvaloración que padecen, y los abusos -ya sea accidentales o intencionados- que cometen las autoridades públicas hacia ellas los problemas que mencionan. El "regulacionismo" lo que pretende no es refrendar una situación indeseable sino acabar con ella o, al menos, paliarla en lo posible. Se trata de que la prostitución se ejerza en las mejores condiciones posibles, no para los proxenetas o los puteros, sino para las propias chicas. Quien más vería recortado su poder en un sistema regulacionista que verdaderamente se implantase (que pueda hacerlo ya es otro cantar, por eso no apuesto por este modelo ya que me parece utópico) serían, precisamente, los chulos. De ahí que lo combatan con todas sus fuerzas.

Es en este escenario real es en el que las medidas abolicionistas no combaten el delito, sino que lo respaldan y refuerzan dotando de una justificación teórica a la violencia cometida contra las prostitutas. Y si, esto se realiza bajo el mayor cinismo en unos casos aunque supongo que en otros sea meramente fruto del desconocimiento. Pero si seguimos por este camino de culparnos mutuamente no vamos a llegar a ninguna solución, y de lo que se trata es de defender y ayudar a las prostitutas. ¿Correcto?

Consecuencia real del abolicionismo: detención de prostitutas. Mientras EEUU financia a grupos abolicionistas, aplica medidas de represión directa hacia las prostitutas a quienes asegura estar "reintegrando" en el sistema.



Lo que les pido a estas justicieras universales es que comiencen por indagar sobre cuál es la situación auténtica de la prostitución en España. Por ver quién perjudica a las prostitutas, quiénes y cómo se lucran con ellas, y qué se esconde detrás de la trata. Porque a pesar de ser un término muy emotivo y con fuerte carga sentimental, debería explicar que es un engaño oponerlo a prostitución libre. La trata no tiene nada que ver con la prostitución forzada, sino con un fenómeno migratorio (incluso dentro de un mismo país) para realizar una actividad que, en la actualidad, tiene carácter clandestino por no estar regulada formalmente. De hecho la catedrática Carolina Villacampa distingue tres tipos de trata refiriéndose al grado de libertad (coactiva, en la que se emplea la fuerza; fraudulenta, en la que hay engaño; y voluntaria en la que únicamente operarían los "condicionantes sociales" que invalidan para algunos/as la elección de estas mujeres), la profesora Ruth Mestre se refiere a la "trata de mujeres con fines de explotación sexual" como "migración autónoma de mujeres para ejercer el trabajo sexual" (fíjese lo que cambia la percepción de un fenómeno dependiendo de cómo hagamos referencia al mismo) y la antropóloga Laura Agustín ya se tira al monte y habla del "mito de la trata" ("traficking myth"). La trata no es un mito, lo que sucede es que no se suele aclarar la definición real del término y -sinceramente- no creo que ni como feministas, ni como demócratas, ni siquiera como personas humanas sea correcto que castiguemos a quien migra para trabajar en la economía sumergida. No me parece correcto perjudicar más a quien más difícil lo tiene. Pero bueno, esa doctrina de dar caña al débil es la que tanto le ha gustado a esa extrema derecha que usted critica pero con la cual (Ana Botella, Jorge Fernández, Ignacio Cosidó, Cristina Cifuentes...) coincide de manera... ¿sorprendente? ¿No resulta llamativa la afinidad de la carcundia más conservadora con estas tesis trafiquistas, anti-prostitución? ¿Qué tal sientan este tipo de descalificaciones?

El regulacionismo no entiende la prostitución como una actividad neutra y sin problemas. El modelo con el que se busca confundirlo es la descriminalización que entiende que debe existir la mínima intervención por parte del Estado y tiene su máximo exponente en Nueva Zelanda, donde -con excepción de la prostitución callejera- se aplica desde hace más de una década con resultados aparentemente muy positivos. De lo que habla el regulacionismo es de que estas personas necesitan un marco legal que las ampare para evitar abusos, que se hace necesario reconocerlas derechos como a cualquier trabajadora y respetar sus decisiones que, a pesar de hallarse condicionadas como las de tantas otras personas, no pueden ser automáticamente invalidadas. Esto no lo acepta el abolicionismo, cuyas consecuencias auténticas son que estas personas se vean privadas de derechos y su situación laboral/legal/jurídica sea la de la desprotección más absoluta. En la vida real, el abolicionismo no combate la esclavitud sino que la fomenta.

Burda caracterización de la prostitución según el imaginario abolicionista: mujer llorando arrodillada bajo cautividad, mientras es observada por el que se supone su explotador. Bueno, pues es exactamente así como acaban las chicas bajo los sistemas prohibicionistas/abolicionistas. Encerradas, humilladas, subyugadas por los verdaderos proxenetas. Hace tiempo yo pensaba que esto sólo era propaganda de mentes desquiciadas pero no, he visto que es la expresión de un deseo. Las abolicionistas desean los peores de los males para las prostitutas.



En esencia lo que quiero decir es que el enfoque regulacionista no es un canto al libre mercado (a ver, lo impulsan organizaciones como el sindicato CCOO, no me jodais). A pesar de que despreciar al capitalismo tenga buena prensa entre grupos radicales y en bares de universidad, la mentira y la desinformación nunca son un argumento. El regulacionismo (no confundir con el reglamentarismo, enfocado en un control de la prostitución básicamente en las áreas sanitaria, fiscal y de orden público) se basa en la defensa de los derechos humanos. De lo que se trata es de eliminar o minimizar los inconvenientes que muchas veces encontramos asociados a la prostitución pero que no son intrínsecos a ella. Es decir, no por ejercer la prostitución te tienen que mirar mal o insultar, ni tienes por qué pagarle un canon a la policía, ni los ayuntamientos te deben obligar a pasar controles médicos totalmente ilegales. Eso no es prostitución. Eso son abusos, es lo que está mal y con lo que se pretende terminar desde este enfoque (que conste que lo explico, no lo defiendo, yo personalmente apuesto por el legalizacionismo que -desde el pragmatismo- lo que pretende es legalizar estos abusos y así al menos evitar que los poderes públicos actúen en contra del derecho).

Una auténtica feminista, como yo la concibo, debería indignarse de que se pretenda despreciar y silenciar a las prostitutas invalidando su consentimiento. Porque sí, tienen derecho a hacer con su coño lo que quieran incluyendo prostituirse. Es inconcebible que lo progre sea negar la libertad de otras personas. ¿Tanto cuesta entender que hay personas que realmente vivan la prostitución de manera aproblemática e incluso disfruten (y así de claro lo digo) con esta actividad? A mí me cuesta creer que se pretenda silenciar a otras mujeres diciendo encima que se actúa en su beneficio, es de ser un sinvergüenza total. Y no te hablo de escorts de lujo, no, te hablo de chicas que trabajan en clubs, calles y polígonos. Que sí, que es muy cómodo hablar desde la teoría y gritar eslóganes vacíos sobre mujeres que se conoce. Pero muchas de estas chicas son mis amigas. Yo las veo de continuo, sé dónde viven, salgo con ellas. Para estas feministas son unas extrañas. Eso es solidaridad de boquilla. Eso es la hipocresía y el cinismo.

Por último me parece fantástico que se escuche a supervivientes de la prostitución como Sonia Sánchez (al igual que las informaciones periodísticas de David Jiménez, actual director de "El Mundo", sobre la otra gran superviviente de la trata, mujer prostituida, y premio Príncipe de Asturias, Somaly Mam). Pero también habría que oír a mujeres como Ángela Villón, Georgina Orellano o la ya fallecida Gabriela de Silva Leite. Pero no, para el abolicionismo ellas ni siquiera existen. A quienquiera saber cómo afecta el abolicionismo de verdad en su vida le recomiendo que se acerque a los testimonios de Norma Jean Almodovar, Maggie McNeill o Pye Jackobson. Porque el resultado práctico del abolicionismo luego es, en la realidad de la calle, abusos, estigma y esclavitud para ellas. Si no lo sabíais, ahora ya lo sabéis.