jueves, 23 de enero de 2014

La opinión pública ante la legalización de la prostitución

"La prostitución es un tema que provoca fuertes discusiones que en la actualidad ha dado pie a posiciones irreconciliables"
Colectivo Hetaira, ONG a favor de los derechos de las prostitutas

"Uno de los asuntos más espinosos de abordar en la función de gobierno es la prostitución. Se trata de esos asuntos sujetos a ideologías y tabúes contradictorios que hacen difícil el consenso. Además, entra de lleno en la ética de las creencias, sean trascendentes o profanas, lo que lleva con facilidad a posturas encontradas, a manipulaciones argumentales y a la instrumentalización descalificadora".
Olegario Ortega, vicepresidente de Ágora Socialista y militante de UPyD

"La prostitución es una forma de malvivir en un mundo y en una sociedad cada vez más deshumanizada en la que se percibe que cualquier conducta sexual debe poder fomentarse por el hecho de ser aparentemente libre o existir, aunque suponga la degradación más absoluta de otro ser humano y aún de uno mismo"
Carmen Fernández, Fundación Mujer Familia y Trabajo

"Interferir en el sexo entre adultos es una política redentora que lleva al oscurantismo y al poder de las mafias."
José Luis Roberto, político y ex-Secretario General Técnico de ANELA



Antes de darles a conocer mi propuesta legislativa ante el fenómeno de la prostitución, como me ha pedido una lectora por correo electrónico, creo necesario hacer una breve entrada introductoria que les refresque un poquito la memoria. Ya he dicho que, técnicamente, la posibilidad de regular (o legalizar, como suele decirse de manera incorrecta) la prostitución es totalmente factible y que los obstáculos a salvar provienen bien de valoraciones morales enfrentadas o de los intereses ocultos tras ellas.

Legalizar/regular la prostitución no va a ser una tarea sencilla. No se trata de convencer sino de vencer, los políticos únicamente nos van a hacer caso cuando les obliguemos a ello. Sin embargo, a diferencia de los abolicionistas que no necesitan apoyo social, nosotros consideramos fundamental ganarnos a la opinión pública. Cuando uno habla con la gente se encuentra con que la aceptación social de la prostitución es altísima, lo cual es un buen punto de partida (a cambio carecemos del menor apoyo institucional), aunque su percepción de esta realidad se halla bastante contaminada por prejuicios y estereotipos muy corrientes.

Como en otras ocasiones voy a emplear una serie de vídeos para que sea fácil comprenderme. Tanto el lenguaje como los argumentos son muy sencillos, pero a pesar de todo se tratan los puntos principales.





Ésta es la típica charla para marujas que podemos "disfrutar" en programas como el de la Griso o Ana Rosa.  No es que me complazca particularmente colocar vídeos así en mi blog pero bueno, me hago cargo de que existe una importante parte del público que no está familiarizado con el tema y a la que por tanto necesito dirigirme de la manera lo más simple posible. Por una parte siempre tenemos a la (o el) anti-todo que equipara la prostitución con violencia, opresión, humillación, desigualdad, que dice que atenta contra la dignidad de la mujer... es decir, que como INSTITUCIÓN es inadmisible por lo que SIGNIFICA. Es un argumento que no supone problema alguno, pues aparte de un reducídisimo número de fanáticas (que no obstante siempre suelen tener algún cargo político) la gente entiende que ese tipo de valoraciones personales no necesariamente son compartidas por el resto de la sociedad. Como dice uno de los invitados, que incluso manifiesta ser contrario a la prostitución y creerse el cuento de la trata, "el gobierno no tiene derecho de legislar y de forzar su particular moralidad". Correcto, eso es propio de una teocracia o de un régimen comunista pero no de una democracia. Cuando nos hablen de dignidad no tenemos más que contraponer la libertad y decir que la prostitución no atenta contra ella, sino que son ellos quienes atacan nuestra dignidad al no aceptar las decisiones que hemos tomado. En este punto no me extiendo más porque lo tenemos ganado de calle.

La siguiente objeción ya es otra cosa. Los abolicionistas han conseguido el enorme éxito de convencer a buena parte de la sociedad de que la mayoría de prostitutas no son libres, que ejercen de manera obligada y son "víctimas de trata", a pesar de tener todas las evidencias en su contra han ganado la batalla propagandística. Se dice que no se puede legalizar por todo ese mundo criminal que rodearía la prostitución: mafias y "chulos que las han brainwashed (lavado el cerebro)". Joder, es alucinante, pero qué películas se traga la gente. ¿Y no será que a quienes les están tomando el pelo es a ustedes, que se creen todo lo que ven en la tele? Las cosas no son así para nada, pero aceptando que lo sean. ¿No sería entonces conveniente legalizar?





Bueno, ahí tienen el razonamiento del presidente de Uruguay. Vamos a ver, supongamos que la prostitución -como el aborto, las drogas o el alcohol- no nos gusta pero es una realidad social que no podemos ignorar. Entonces vamos a hacer política, que no significa renegar de nuestros principios sino a partir de ellos abordar una realidad y aportar soluciones viables. Hay que ver a qué nos conducen las distintas opciones posibles, y él constata que no por no reconocer una realidad ésta desaparece. Hay que saber qué es lo que se va a a hacer con los problemas, ¿que hay mafias? Coño, lo que se ha venido comprobando es que con la ilegalidad se fortalecen. No deje que ese mundo "lo controle la delincuencia", legalice y "robe el mercado al narcotráfico para combatirlo". Parece algo de sentido común, al retirarse el Estado está dejando desamparado un sector y serán otros agentes quienes ocupen su lugar y entren a regularlo y controlarlo. Entonces la pregunta es, ¿por qué parece como si a los gobiernos precisamente les interesara que esta actividad sea clandestina y que quienes se dediquen a la prostitución se hallen en condiciones tan vulnerables debido a su propia legalidad? Resulta raro, ¿no? Es... como si el propio gobierno quisiese fomentar la delincuencia.

Pero continuemos. De lo que se habla entonces es de esas políticas que se denominan de "reducción del daño". Entienden la prostitución como "un mal necesario" que, ya que resulta imparable, hay que tratar de controlar para que sea lo menos dañino posible para la sociedad. Perfecto, diana, bingo. Ahí le han dao. Eso es exactamente lo que yo pienso... pero no de la prostitución, sino del gobierno. Todo el mundo habla de legalizar la prostitución para controlarla, para que las chicas estén identificadas con un carnet, por el tema sanitario, y para que se paguen impuestos: "y tax, y tax". Hay que crujirnos a impuestos, por viciosos y porque además nos debe sobrar la pasta. Aquí es cuando creo que se van a quedar calvos de tanto pensar, ¡será que a nadie más se le ha ocurrido que el gobierno podría sacar una jugosísima tajada legalizando! Y si su ideica resulta tan maravillosa y encima les haría ganar tanto dinero, ¿por qué no es lo que hacen los políticos? Es más, lo que vemos es que toman precisamente las medidas a las que la sociedad más se opone, como criminalizar esta actividad. Se dilapidan importantes recursos públicos al situar fuera de la legalidad a las prostitutas y su entorno, sin embargo nunca se llega a acabar con el "problema" y casi parece que, en verdad, no se persiga. ¿No será que no es eso lo que se pretende? ¿Y si de lo que se trata es de situar a estas personas en una posición de vulnerabilidad y desprotección casi total para abusar de ellas con mayor impunidad? Sólo hay algo que le guste más a un gobernante que cobrar impuestos, y es cobrar MUCHOS impuestos (y encima hacerlo al margen de la legalidad para no dejar rastro y llevarse la pasta calentita). Esa es la reflexión que hacen en el siguiente vídeo, si legalizan... ¡se les acaba el negocio!




Algo también inevitable en estos programas que tocan el tema tan superficialmente, es la sucesión continua de estereotipos e ideas preconcebidas. Se habla siempre de la prostitución como de un mundo horriblemente sórdido, y más que reflejar la realidad lo que se consigue es trasladar esa impresión. Los medios juegan un innegable papel en la criminalización legal y rechazo social hacia la prostitución y no porque cuenten lo que pasa, sino por no hacerlo. Modifican las cosas, sustituyendo la realidad por sus invenciones. Vamos a ver, si ustedes quieren hablar de la prostitución están en su derecho, háganlo... ¿pero no tendrían antes de nada que informarse adecuadamente?

Personalmente lo que menos puedo soportar es ese empeño en patologizar la prostitución. Según esta gente, ni las chicas ni nosotros podemos "estar bien" por hacer lo que hacemos. A los clientes se nos equipara con gente enferma, con delincuentes (violadores), con salidos "fanáticos del sexo"... Con eso supongo que quieren decir que ellos no lo son, aunque habría que verles después: dime de qué presumes... No es posible hacer entender que pueda ser una opción tan normal y legítima como cualquier otra, que uno esté con las chicas porque se encuentre a gusto con ellas, que esto no sea nada "raro". Lo que queda en evidencia no son nuestras supuestas "anomalías", sino su profunda ignorancia. Si hay algún enfermo son ellos, enfermos de INTOLERANCIA. Veamos de lo que hablo, otro (mal) ejemplo de lo que no se debe hacer:




Es que hasta el lenguaje es contradictorio, ¿cómo es posible que una esclava ejerza una profesión? Puro amarillismo, ¿cómo puede haber gente así? Bueno, pues peores elementos me he encontrado. Vamos a ver si queda claro de una vez por todas, lo de la trata, esclavas sexuales, explotación y demás mandangas NO ES LA SITUACIÓN REAL DE LA PROSTITUCIÓN SINO UNA MANDANGA para "mantener el negocio" y silenciar a las chicas. Que ya ha quedado ampliamente documentado, incluso por los dos periodistas más prestigiosos y punteros de España, que esos rollos son montajes policiales. Podremos discutir después la finalidad pretendida: que si de todos modos "la intención es lo que cuenta" y así se "sensibiliza" a la sociedad sobre un "problema invisible", o que se trata de colgarse medallas y dar la impresión de que las autoridades actúan contra el delito justificando así sus abultados sueldos, o si -como cree un servidor- obedece a la intención de encubrir sus propias ilegalidades haciendo recaer el "muerto" sobre otro.

Aquí es donde debemos dar la batalla, ya que como reconocen "esa prostitución que ya es opción de la mujer es más difícil de eliminar". La opinión generalizada es que, efectivamente, cuando hay "explotación" -entendida como un abuso o sometimiento- sí que hay que intervenir... ¿pero de otra forma? Si resultase que, como aseguran las ONGs pro-derechos y aquellos académicos que han investigado el tema, la inmensa mayoría de la prostitución es voluntaria... ¿Dónde estaría el problema? Pues ya se lo digo yo. Tendríamos que preguntarnos por qué las administraciones públicas se esfuerzan tanto para convencernos de lo contrario. Ahí está la clave.

El propio acto de mantener relaciones sexuales por dinero, que es en sí en lo que consiste la prostitución, no representa un problema para la mayoría de la gente. Incluso miren, es algo que entienden: que se solucionan los problemas de muchos matrimonios, que si hay mujeres que se casan por el dinero, que si ya que se hace gratis ¿por qué no se va a cobrar por ello? La presentadora me sorprende muy gratamente pues argumenta lo mismito que las chicas, "¡peor hacerlo gratis que cobrar!". Dí que sí, jajaja. Las chicas suelen decir: "nosotras somos prostitutas, putas son las que lo hacen gratis". Pues así de abiertamente se expresó la Miss puertoriqueña Magali Febles y miren qué pasó, miren:




¡Raca! El Mundo la cayó encima. Y es que para que aprenda a meterse donde no la llaman, eso de pensar por uno mismo y encima decirlo abiertamente no sale gratis. Frente a su lógica y su sensatez, la caspa. Me encanta el vídeo porque opiniones como las de esta gente son muy corrientes. En primer lugar, está la reacción al tabú. Lo de la prostitución es un "tema muy controvertido" del que no se debe hablar. Obviamente si no comenzamos por hablar, mal vamos a poder dar ninguna solución. También es muy corriente descalificar a la persona, el llamado argumento ad hominem, y es que se busca vincular la posición que defiendes a tus intereses personales. Se trata de invalidar digas lo que digas porque supuestamente lo harías buscando obtener un provecho, así son despreciadas las palabras que provienen de los empresarios, clientes, de las propias prostitutas e incluso de las asociaciones pro-derechos. No olvidemos que una de las más rastreras estrategias abolicionistas fue difundir el rumor, todavía tenido por cierto en determinados círculos, de que Hetaira estaba financiada por ANELA. Y digo yo, ¿y si fuesen las abolicionistas quienes se estuviesen lucrando con esto? Apenas unos pocos nos atrevemos a señalar tan inquietante posibilidad, pero que no parece descabellada a la luz de los pufos que han protagonizado el Instituto de la Mujer o la Federación de Mujeres Progresistas. Han recibido subvenciones millonarias para proyectos muy opacos, en la calle casi no han hecho nada y los puestos de dirección de todas esas asociaciones que en su día proliferaron como las setas están copados por feministas "de carnet", afines a los partidos mayoritarios. ¡Y sin embargo son ellas quienes nos acusan a nosotros de servir a los intereses de los poderosos! ¡Hay que echarle jeta al asunto!

Por otra parte, existe un tipo de personas cuya máxima aspiración es pasar por la vida como fantasmas, no se meten en problemas, saben que quien se ciñe a la doctrina oficial va a pasar desapercibido y eso es lo que hacen. Ahí tenemos a Anabell Alberto, quien con una lógica aplastante razona... si se pena al proxeneta, ¿por qué no la prostitución (a la prostituta)? El sentido de lo que dice es impecable, de hecho es lo que se hace, bajo la apariencia de combatir el proxenetismo se ataca a las prostitutas. Lo que yo me digo es, ¿y qué necesidad hay de perseguir A NADIE? Pero en el fondo tiene razón, si se criminaliza la prostitución que sea con todas sus consecuencias. Por otra parte está Yubelkis Peralta quien nos dice que claro, las leyes están en contra de la prostitución y esas personas están "haciendo lo incorrecto". ¿Pero lo incorrecto en base a qué? ¿A que lo digan los gobiernos? ¿No conoce usted casos de gobiernos que han perjudicado a sus ciudadanos? ¿A que sí, mi amor? ¿Y si lo que estuviese mal no fuese la prostitución sino la legislación existente?

Donde sí podría existir una justificación a la acción gubernamental es en lo relativo a "dar posibilidades". Nos dice una de las invitadas "lo mejor sería que las mujeres tuvieran la ayuda y el apoyo del gobierno y de toda la sociedad para que estudiaran, tuvieran cómo mantenerse y no CAYERAN en la prostitución", a lo que la presentadora objeta que si se deben mantener a las prostitutas para que no lo sean, ¿por qué no a las demás mujeres? Ahí es donde está la falla del sector público, que no funciona de manera imparcial y objetiva. Ya se parte de una visión profundamente negativa de la prostitución (eso de "caer", mal vamos a ayudar a alguien que ni siquiera respetamos) y se desea no tanto ayudarlas como sacarlas de esa vida. La consecuencia lógica es que cuando comprueban que "a las buenas" no pueden "rescatarlas" lo hagan "a las malas". Tales ayudas no deberían estar condicionadas a su cese de actividad sino otorgarse independientemente, si alguna quiere dejar el puterío que sea por su propio pié. Debería facilitarse el acceso de las prostitutas a los recursos GENERALES de la población, pero no la creación de ninguno ESPECÍFICO como los que existen en estos momentos.

¿Que lo que se quiere es proteger a estas personas? Perfecto, aquí la trabajadora sexual Ana Luz Mamani nos dice cómo (siempre acabo diciendo lo mismo, que se las escuche... es tan fácil y tannn complicado a la vez):





Ella defiende la postura conocida como pro-derechos. Están de acuerdo en tener obligaciones, que parece ser lo único que les interese a ciertas personas. Vale, se tributa al Estado. También aceptamos que se implementen programas de educación y trabajo para las que desean retirarse, si bien no podemos enfocarnos exclusivamente en este aspecto pues son una minoría (yo las he encontrado, y curiosamente quienes más las han ayudado a salir de la prostitución ofreciéndolas otros trabajos... ¡han sido sus propios clientes! ¿Lo reconocerán alguna vez las abolicionistas?). Pero, y aquí viene la novedad, permitan que quienes quieran seguir ejerciendo lo hagan con tranquilidad: ya que se pagan impuestos que se obtengan los beneficios derivados de ellos como vacaciones y jubilación, no las molesten con continuas redadas y controles policiales, no las obliguen a trabajar para terceros (que es lo que se consigue sacándolas de la calle y prohibiendo los anuncios en la prensa) y tampoco establezcan ghettos de prostitutas (zonas rosas o barrios rojos) como si ellas no pudieran convivir con el resto de la gente como cualquier persona.

Lógicamente la solución que dé cada persona va a provenir de su propia perspectiva. Los intereses de vecinos, comerciantes, policías, jueces, políticos, trabajadores sociales, feministas, conservadores, socialistas, liberales, prostitutas, clientes, empresarios, etc no van a ser coincidentes. Ni tampoco se espera que lo sean. En un sistema democrático TODOS deberían ser escuchados y estoy convencido de que podría consensuarse una solución moderadamente satisfactoria como la que propone Mamani, no en vano lleva muchos años de ejercicio, conoce la situación real de la prostitución y sus propuestas son más que razonables: pide ser tratada como los demás. Ante la opinión pública creo que un mensaje tan sensato como el suyo tiene muchas posibilidades de acabar calando. Pero frente a las administraciones públicas la lógica es diferente, como dije al principio de la entrada. No todos los actores sociales influimos de la misma manera, por lo cual los compromisos a los que se lleguen dependerán fundamentalmente de la relación de poder existente (organización política, acceso a las instituciones y medios de comunicación, capacidad de presión, aliados...) y es de eso de lo que les hablaré en la próxima entrada, de mi propuesta concreta de regulación que tiene en consideración no sólo lo que reclamamos sino las posibilidades reales que tenemos de conseguirlo con los medios actualmente a nuestra disposición así como los intereses, limitaciones y compromisos de las administraciones públicas. Por desgracia la opinión de la ciudadanía (no digamos ya la de las prostitutas) tiene muy poco peso en las decisiones que finalmente acaban adoptando nuestros gobernantes.

7 comentarios:

astur-leonés dijo...

"... y es de eso de lo que les hablaré en la próxima entrada, de mi propuesta concreta de regulación que tiene en consideración no sólo lo que reclamamos sino las posibilidades reales que tenemos de conseguirlo con los medios actualmente a nuestra disposición así como los intereses, limitaciones y compromisos de las administraciones públicas."


-Estaré atento a esa próxima entrada. Gracias.

astur-leonés dijo...


Minuto 0:57 del primer vídeo comentario de un hombre joven sobre la demanda masculina de prostitución.

asturiano dijo...

C.: ¿Has repasado alguna vez o recientemente las intervenciones de la antropóloga "Marta" a esta entrada del blog que publicaste en el año 2009?

Pienso que son importantes.

Cliente X dijo...

Sobre el BEATO ese del primer vídeo, si has leído la entrada verás que escribo:

"Lo que queda en evidencia no son nuestras supuestas "anomalías", sino su profunda ignorancia. Si hay algún enfermo son ellos, enfermos de INTOLERANCIA.

Me repatea que la gente que no tiene ni idea de esto sea precisamente la que tiene espacio en los medios. Para hacer un descansito la próxima entrada será sobre una entrevista a un abogado y político argentino, en la que se aborda precisamente este aspecto de la prostitución como elemento anti-violaciones y dice que para nada, que la lógica del violador y la del putero no tiene nada que ver porque el violador ejerce violencia y el putero llega a un libre acuerdo. Es que es absurdo, si escuchas a las chicas te dicen que nadie, ni siquiera sus parejas fuera de la prostitución, las han tratado tan bien como algunos clientes. Eso de equiparar la prostitución con violación es la idea que tiene o gente que jamás ha ido de putas o verdaderos enfermos (siempre puede haber alguno) que desde luego no representan para nada el arquetipo del cliente de servicios sexuales habitual.

No sé de qué entrada del 2009 me hablas.

Y mira, si es posible trata de responder en un sólo comentario. Es sencillo, antes de escribir piensas qué es lo que quieres poner. Ok?

asturiano dijo...


Me refería a esta entrada:

http://barriorojo-esl.blogspot.com.es/2009/12/las-relaciones-cliente-prostituta-una.html

Cliente X dijo...

A tomar pol culo, astur. SÉ MÁS CONCRETO. Primero hablas del comentario del chico ese, no me dices si te parece bien, mal o regular. Luego que repase lo que me escribí hace cinco años Marta. ¿Sabes qué decía Marta? Que eras (y supongo que sigue manteniendo la misma opinión) un PESAO.

CONCRETA, tío, ¿qué fue eso que ahora debería repasar? Joder, no sé ni por qué te respondo.

Anónimo dijo...

siguiendo con el renglon-...como se determina el valor de una cosa tan subjetiva como una obra de arte...donde deberia situarse el baremo de la "calidad"?