miércoles, 13 de abril de 2011

Paula VIP, rompiendo esquemas

Paula Vip es en estos momentos una de las prostitutas de alto standing o "escorts" más conocidas en España. Ha dado la cara (o más bien, la voz) en numerosos programas de radio ayudando a desmitificar la estereotipada imagen que existe de esta profesión (u oficio, como dice que la llama una amiga suya).

Todavía apenas he tenido contacto con Paula más allá del correo electrónico, pero cuando escucho sus entrevistas o leo su blog me siento identificado con sus palabras y respaldo sus afirmaciones. Como ella, al principio tenía miedo al mundo de la prostitución. No lo hubiese conocido si no se hubiesen dado una serie de circunstancias "extremas": estar de bajón por haber salido de una relación sentimental, incitación por parte de mis compañeros de curro, sensación de haber malgastado varios de los años más valiosos de mi vida con una sola mujer... En esos momentos, "ir de putas" para mí era lo último, lo más bajo, tocar fondo. ¿Pagar por follar? De fracasado total, vamos. Una mancha que jamás podría eliminar. Y por supuesto -aunque jamás había conocido a una sola prostituta- estaba convencidísimo de que no lo hacían a gusto sino forzadas, que jamás disfrutaban de las relaciones sexuales con los clientes ("puteros asquerosos", decía en esa época), que eran los deshechos de la sociedad... vamos, los prejuicios que me habían metido de pequeño en casa (desde una óptica conservadora) y después en mi adolescencia mis "amigos" de las Juventudes Comunistas (ultrareaccionarios, aunque fuesen de progres).

No tengan ningún temor, acérquense a la prostitución. Escúchennos, conozcan nuestras historias, comiencen a vernos como unas personas más. Con nuestras apariciones en los medios pretendemos ir, progresivamente, logrando una mayor aceptación social.



Quienes abogamos por una NORMALIZACIÓN SOCIAL de la prostitución estamos convencidos de que, al menos a pie de calle (a nivel institucional es otro cantar), el rechazo existente hacia la prostitución se nutre fundamentalmente del DESCONOCIMIENTO. Creemos que en cuanto más se sepa sobre esta realidad más irá siendo aceptada por la sociedad civil, de ahí nuestro interés por acceder a los medios (y de los abolicionistas por sacarnos de ellos). El mero hecho de entrevistar a una prostituta es, a día de hoy y en este país, todavía un notición y causa perplejidad y morbo a partes iguales. No digamos a un cliente, eso resulta casi impensable. Se entiende que a una prostituta se la puede excusar por su situación de necesidad, que no la ha quedado más remedio, que la de cosas que hay que hacer para llevar el pan a casa... ¿pero nosotros? ¿los tíos que "vamos de putillas"? Somos vistos algo así como TORRENTE: machistas, fachillas, calvos, gordos, más bien asquerosillos y del Atleti. Precisamente Paula realizó una charla en las Jornadas de Hetaira hablando en nuestro favor, detalle que nunca olvidaré.

Más adelante colgaré esa ponencia, en esta ocasión os traigo la entrevista que la realizaron en el programa "Maneres de Viure" (Maneras de vivir) de COM Ràdio el pasado 9 de abril. Fíjense en lo que dice acerca de las relaciones personales de amistad, destruyendo el mito de que la sexualidad en la prostitución ha de ser fría e impersonal. Más o menos se entiende, aunque dejo una breve reseña en castellano para quienes no sigáis el programa. Veo que cada vez tengo más visitas desde latinoamérica, y como estos lectores seguramente no estén familiarizados con el catalán pueden tener dificultades. Ya veis, en la rica y próspera Europa como no tenemos suficientes problemas hemos de inventarnos otros nuevos por ejemplo creando barreras y diferencias donde no debería haberlas... pero bueno, esa es otra historia. Ahora demos paso a Paula:




La manera de vivir de una escort, Paula Vip. La percepción de la realidad depende de quién y cómo se explica. También de quien la escucha y de cómo lo interpreta. Sobre la prostitución hay muchas ideas preconcebidas, tantas como relatos salen a la luz. La historia de Paula parece fácil. Responde a un momento determinado de su vida, cuando empujada por las circunstancias, encontró en la prostitución una salida rápida a una suma de malos momentos. Un mal matrimonio, un mal negocio, un montón de deudas. Parece fácil, incluso, aparenta un final feliz. Paula lo reconvierte en una experiencia de vida que valora de forma positiva, convirtiendo clientes en amigos. La prostitución de lujo es la élite de un negocio al que muchas mujeres no llegan por propia voluntad. Un mundo oscuro, incierto, que describe historias a pie de carretera o en sofisticados apartamentos de lujo. Paula ha buscado el lado positivo de la prostitución. Ha encontrado en el ejercicio de esta actividad, un espacio de relaciones humanas donde el dinero compra lo que ella ofrece, sexo morboso e inteligente.

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Quiero aprovechar para añadir una entrevista que la hizo el periódico "La Razón", donde cuenta su situación junto a otras tres trabajadoras del sexo.




10 Octubre 09 – David Moralejo



Por mucho que se debata sobre la «normalización» de la prostitución, la vida de las trabajadoras del sexo no suele ser «normal». En pleno debate sobre si hay que abolir o regularizar, cuatro de ellas nos muestran cómo es su día a día.

Lo más probable es que Paula no se llame Paula. No nos dice su nombre real, pero tampoco se lo preguntamos. Para qué. Con quien queremos hablar es con ella, Paula Vip, no con la mujer de 36 años que trabaja de ocho a tres como eficiente contable en un despacho de Barcelona. La doble vida de esta prostituta comenzó cuando, tras avalar a su ex marido en una inversión fallida, la amenazaron con embargarle el piso. La urgencia económica fue decisiva para dar el paso. «Escort» de lujo, puta, trabajadora del sexo…
Paula acepta cualquier definición menos la de «mujer pública». Montse va más allá. Ha convertido su blog en una plataforma para luchar por los derechos de las prostitutas, y su voz sirve para mostrar un punto de vista personal, implacable y muy alejado de la palabrería política. Licenciada en Ciencias Políticas, entró en el mundo de la prostitución a los 29 años bajo el seudónimo de Marien para dar de comer a su familia y como única alternativa a robar o mendigar. En la actualidad sigue ofreciendo sus servicios, que compagina con el estudio de un curso de posgrado y numerosas actividades académicas. El caso de Raquel se acerca más al estereotipo «clásico»: colombiana, llegó a España hace tres años con la intención de trabajar como empleada doméstica. De hecho, eso es lo que creen que hace sus tres compañeras de piso. Pero no. Ejerce la prostitución en los aledaños de la calle Montera, en Madrid, donde saca el dinero justo para enviar la mayor parte a su madre y a su hijo y seguir tirando con el resto. Nada de lujos ni lencería fina. Margarita Carreras también hace la calle en el polémico Raval barcelonés. Desde hace años, es la portavoz de otras mujeres que, como ella, defienden el derecho de cada individuo a hacer con su cuerpo lo que quiera. Y que los políticos se preocupen por los delitos de extorsión, pero no por abolir una profesión que ella ha elegido y que le sirve «para alimentar y dar una educación a mis hijas».



«No soy ambiciosa»

Paula sólo responde al teléfono de su clientela a ciertas horas. Las que dedica a su trabajo, «como es lógico. Yo prefiero tener un solo cliente diario, eso me permite organizar mejor el resto de mi vida». Cuando hablamos por primera vez con ella aún no son las nueve de la noche y ya ha cenado. Está tirada en el sofá, viendo la televisión y revisando su blog antes de acostarse. Mañana será otro día duro.
«Me levanto pronto para ir a mi trabajo. Nunca me he planteado dejarlo, también necesito esas horas para relacionarme con los compañeros, para compartir los problemas cotidianos con mi gente. Así compenso la otra parte de mi vida, porque la soledad que genera no poder comentar qué tal te ha ido el día al llegar a casa es enorme. A partir de las dos de la tarde estoy disponible como “escort”, pero a mí manera. Concierto una sola cita diaria, aunque podría tener dos o tres si quisiera. O más. Ya tuve que trabajar a destajo hace tiempo y ahora no me hace falta pasar por aquello. No soy ambiciosa: podría ganar mucho más dinero, pero no es mi objetivo». Paula tiene un discurso que sorprendería a más de un escéptico: culta, pausada, cercana… Por eso, casi ni sorprende que acabe de redactar su primer libro: «Todo comenzó cuando abrí mi blog. El tiempo libre que tengo lo aprovecho para escribir, y también ofrezco mi ayuda a otras mujeres». Porque Paula lo tiene claro: «La prostitución es algo muy duro, por eso desanimo a muchas chicas cuando me piden consejo para comenzar en este mundo. Para empezar, si rondan los 20 años o menos, soy tajante: “No te metas”. Si lo tienen muy claro, al menos les ruego que saquen el dinero que necesiten cuanto antes y que, después, rompan todos los vínculos creados».
Paula comprende que su manera de trabajar no tiene nada que ver con la situación a la que se ven abocadas muchas mujeres extranjeras que llegan a nuestro país: «Mis tarifas son elevadas, elijo a mi clientela y dispongo de un apartamento para mis citas. Además, gran parte de mi trabajo consiste en acompañar a cenas, visitar exposiciones, ir a conciertos… La parte sexual me la tomo como una profesional que ayuda al hombre a descubrir nuevos terrenos. Incluso a muchos clientes les he ayudado a romper tabúes que les impedían disfrutar de una vida plena con su pareja».
En unas semanas, Paula presentará su libro, pero seguirá sin mostrar tu rostro: «Mientras mantenga mi doble vida prefiero no hacerlo. Algunas compañeras mías sí se han dejado ver y eso las ha perjudicado más que ayudarlas, así que asumo que así debe ser». Sobre la polémica de los anuncios de contactos en los periódicos, Paula ironiza: «Creo que, en los tiempos que corren, están obsoletos. Cualquiera puede entrar en internet y buscar webs dedicadas a esto con todo detalle. Lo único claro es que la prostitución no desaparecerá nunca, siempre habrá demanda».



Otras entrevistas a Paula:
· En Catalunya Radio, el 17 de septiembre de 2008 por Manel Fuentes.
· En Catalunya Radio, el 4 de octubre de 2009 en el programa “El Secret” por Sílvia Cóppulo y Mònica Roca.

5 comentarios:

danny dijo...

exelente posteo cliente x, me da muy buena imagen,en verdad que esta realidad no se puede tapar con la mano,esa realidad de que la prostitucion es un fenomeno multicultural,lejitimo,del que se pueden sacar muy buenas cosas,que puede solucionar muchas injusticias
para los involucrados en el fenomeno,
que puede generar mayor convivencia
etc etc,son muchas y mayores las ventajas que se derivan de la prostituciontanto para ellas como
para el cliente es un intercambio justo, es la aplicacion de una ley natural de dar y recibir de circulacion......el placer es algo tangible y valorable...

danny dijo...

en españa como en otras naciones siempre habra un grupusculo de envidiosos cerrados que buscan la obolicion de la prostitucion deberian quitarse la careta,
la prostitucion es una consecuencia natural de que enun estado se riga por principos fundamentales de libertad e igualdad es una manifestacion de libre autonomia interior y exterior....

danny dijo...

me hace mucha gracia las pretenciones de los envidiosos abolicionistas por que A LARGO PLAZO
JAMAS TRIUNFARAN EN SUS MAL FUNDADOS PROPOSITOSpor mas de que llegaran ha triunfar sus propuestas en el parlamento, mas temprano que tarde tendrian que proponer un nuevo proyecto de ley para establecer la prostitucion nuevamente obligados por circustancias socio-naturales ineludibles......

Paula dijo...

No suelo prodigarme mucho por los blogs de mis amigos por una razón simple. Carezco del tiempo necesario para poder bloggear como lo hacía antes. Por puro placer.
Ahora, siempre tengo mil cosas pendientes, mails que se retrasan semanas sin abrir en mi bandeja de entrada y llamadas que no puedo atender.

Pero, también es cierto que, ese código establecido a fuerza de constancia y trabajo entre bloggers amigos y colaboradores, de alguna manera te hace responder de manera lógica y agradecida. Cuando Cliente X me comunica que, ha escrito una entrada sobre mí, entro a leerla, pero el tiempo del que dispongo en ese momento me impide responder.
A su tiempo y con calma se deben hacer las cosas que merecen la pena. Y ésta, lo merece.

Creo que, es importante definir bien los límites de nuestra actividad laboral. Puesto que muchxs se creen con el derecho adquirido a opinar sobre lo que no saben nada.
Y si sólo opinaran, podríamos darnos con un canto en los dientes. Nos vilipendian, nos acosan, nos machacan, nos denigran y nos obvian.
Estoy segura de que, desde los lobbies abolicionistas se creen que son la leche en polvo y con todo respeto, de polvos y leche sabemos nosotras.

Cuando escribí la ponencia lo hice desde mi conocimiento del cliente del sexo de pago. Pensando que, era una manera de comportarse quizá más habitual entre clases con cierto poder económico y social y aunque, por conversaciones con otras colegas, sabía que los comportamientos eran parecidos, agradecí el testimonio de Karolina Daneth al respecto.
Una vez más se demuestra que, tener conocimientos sobre un tema no significa conocerlo.
Pobres abolicionistas a las que, siempre desmontamos sus tristes argumentos de andar por casa.

La paciencia que demostramos ante los ataques permanentes y constantes sobre cómo somos, cómo pensamos, cómo vivimos y las estúpidas teorías que demuestran de modo irrefutable que somos mujeres alienadas, víctimas, incultas y pobrecitas maltratadas, ha de tener un fin próximo. Porque, este tipo de argumentos, sí dañan severamente la autoestima de la trabajadora sexual.

No se sientan con nosotras a debatir porque, nos tienen miedo. La mascarada prefabricada tras la que se ocultan puede darles un halo de razón. Pero la razón en sí, es nuestra. Y lo saben.
Cobardes, se esconden diciendo que –“como víctimas que somos de maltrato, por ser putas no se puede dialogar con nosotras al estar afectadas por el síndrome de Estocolmo”-.
Ya nadie se cree semejante memez. Cada día que pasa, resquebrajamos más y más esa coraza
de cartón-piedra que nos hicieron creer de roca dura e impenetrable.

Nosotrxs, prostis y clientes, tenemos la sartén por el mango. Nosotrxs debemos estar más unidos que nunca y luchar por nuestros derechos laborales. Por una estabilidad. Por contratos justos y dignos. Por equiparar nuestra actividad profesional a cualquier otra.

En eso estamos. Y no nos rendiremos.

Paula

Cliente X dijo...

Joé, dende luego que poco más se puede decir. AMÉN. Pues eso, a por las abolicionistas, no nos podemos acomplejar frente al sectarismo de su discurso. Si lo hacemos así quizá llegue el día en que tengamos el suficiente apoyo político como para inquietarlas. Un primer paso sería formar una asociación para coordinar esfuerzos y dar la batalla en nuestras respectivas ciudades.